El sabor dulce y la suavidad son las características que los consumidores buscan al momento de elegir las hojas para el coqueo, acullico o pijcheo. Aseguran que la coca procedente de los Yungas es la que cumple con esos requisitos.
"Desde La Paz traen la coca”, afirma Juan Pinto desde la población Puerto Fernández Alonso en el Norte Integrado de Santa Cruz. La práctica del masticado de coca, común en occidente, se ha extendido hasta esa región junto con los migrantes collas.
Como Pinto, los agricultores llevan consigo a diario una pequeña bolsita verde llena de hojas menudas y menos secas que en el altiplano. Mientras trabajan acumulan en sus mejillas un bolo verde que emana un aroma dulzón por la estevia o el azúcar con el que acompañan las hojas de coca.
A pesar que el Chapare está más cerca, la coca del trópico de Cochabamba no llega a Santa Cruz. "Debe ser muy poco lo que llega, casi nadie busca esa coca porque es picante y sus hojas son muy grandes y duras. Aquí no hemos visto esa coca, a dónde se irá y qué uso le darán”, comenta.
Don Gregorio Rivas manifiesta que es una práctica muy común en el campo, no sólo de los agricultores sino de los agrónomos, los profesionales y los estudiantes. "Es buena para el cansancio”, afirma e invita "pruebe, es de los Yungas de La Paz, está dulce”.
Muchos de ellos van a buscarla desde Montero, donde llegan los productores -en su mayoría mujeres- para una venta directa del productor al consumidor. La libra puede costar hasta 30 bolivianos.
Prudencio Ticona, gerente de Ingacoca, explica que tras un análisis de ambas han visto que las dos contienen las mismas propiedades para el consumo. Sin embargo, éstas pueden tener mejores resultados en uno u otro producto. "Pero debe trabajarse el tema de uso de químicos para el cultivo”.
El 13 de marzo pasado el ministro de Gobierno, Carlos Romero, sostuvo ante la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas (NNUU), en Viena, que siete de cada 10 bolivianos consumen la hoja de coca ya sea de manera cotidiana o convencional. Aseguró que estos datos provienen de un estudio realizado sobre la planta tradicional.
La declaración fue hecha en el marco de la aprobación y posterior promulgación de la Ley General de la Coca que permite el incremento de 12.000 a 22.000 hectáreas de cultivos a nivel nacional. La norma generó protestas de cocaleros de los Yungas que aseguraron que el incremento en el Chapare se debe a la exigencia de los sindicatos de los que es parte el presidente Evo Morales. Aseguraron que el consumo tradicional es cubierto por La Paz.
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