La peor sequía que azotó al país en los últimos 25 años ocasionó que familias del cono sur del departamento, dedicadas a la producción de hortalizas y cereales, migren a otras regiones del país o al exterior, reportan el presidente de la mancomunidad del cono sur, Melecio García, y algunos alcaldes de la región.
Pasorapa, Omereque, Aiquile, Mizque y Vila Vila son los municipios más afectados porque perdieron hasta el 80 por ciento de sus cultivos.
García dijo que varias familias de los 11 municipios que forman parte de esa región se desintegraron, porque los padres abandonaron sus hogares para ir en busca de trabajo hacia el trópico o hacia Santa Cruz.
“Van a buscar trabajitos en la ciudad o en el trópico, perjudica a la familia, ellos (los papás) no están con la familia, pero también van a ganar algún dinerito”, sostuvo García.
Señaló que las familias productoras de esa región tienen semilla, maquinaria y sistemas de riego; pero por la falta de agua prefieren no arriesgarse para evitar pérdidas.
Explicó que muchas veces migran primero los padres y luego, “si están en una buena posición, un buen trabajo”, se llevan a toda su familia. “A veces migran toda la familia, a veces solamente los hombres”, indicó.
“¿Qué vamos a hacer? ¿De dónde vamos a traer agua? ¿Cómo vamos a hacer llover o algo? Éste es un fenómeno”, reflexionó García con preocupación.
Aiquile es uno de los municipios más afectados. Según el último reporte del Servicio Departamental Agropecuario (Sedag), más de 3 mil familias perdieron sus cultivos. En ese municipio se reportaron pérdidas de 3.523 hectáreas de cultivos.
Su alcalde, Luis López, sostuvo que varias familias del área rural del municipio abandonaron sus hogares en busca de trabajo. Primero migraron al área urbana de Aiquile, pero al no encontrar empleo se trasladaron hacia el trópico del departamento.
“Estamos en una grave situación y eso está generando migración. La gente empieza a buscar en otros lugares porque no hay medios para vivir. Este medio (el agua) es para la subsistencia que sirve para la producción, para los animales y para el consumo humano”, indicó.
López explicó que más de 15 mil familias del área urbana de Aiquile se abastecen de pozos profundos. “Incluso los pajaritos se están muriendo porque no encuentran agua en esta zona, es una situación muy difícil para nosotros, una situación bastante complicada”, dijo.
Por su parte, el presidente de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba (FSutc), Jhonny Pardo, exalcalde y habitante de Mizque, indicó que en ese municipio tiene conocidos que volvieron de España para trabajar en la agricultura, pero que este año, por la sequía, optaron por volver a Europa en busca de mejores oportunidades.
Según declaraciones anteriores de la secretaria de la Madre Tierra de la Gobernación, Soledad Delgadillo, 30 de los 47 municipios fueron afectados (26 declarados en emergencia y cuatro en desastre). A la fecha suma alrededor de 21.446 hectáreas de 14 tipos de cultivos dañados y 31.325 familias perjudicadas.
CONFLICTO SOCIAL
La falta de agua en las comunidades del cono sur generó enfrentamientos entre los comunarios, según relató el alcalde de Aiquile, Luis López.
Explicó que el río Mizque era el que abastecía del líquido elemento a toda esa región del departamento, pero la escasez hizo que la gente de los alrededores lo impidiera.
“Los habitantes del río Mizque ya no quieren dejarnos llevar agua a Aiquile, tampoco de otros ríos como ser el río Chujlla”, indicó. Explicó que los pobladores recorren 60 kilómetros, hasta puente Arce, para trasladar agua a sus comunidades.
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