Son familias campesinas e indígenas que habitan en 34 municipios rurales de los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y Chuquisaca. Tuvieron un apoyo y acompañamiento del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado, Cipca, creado en 1973.
“Pese a la carencia de políticas públicas adecuadas de desarrollo rural y sin la pretensión de adjudicarse méritos, es visible un potenciamiento de la producción en las distintas zonas de cobertura del Cipca, hecho que repercute positivamente en el incremento de los ingresos familiares y la seguridad alimentaria”, se destacó en la presentación de los Resultados del Plan Estratégico 2005-2010.
De acuerdo con los indicadores cuantitativos 2010, el ingreso promedio en dólares por actividades económicas se ha incrementado a $us 912 anual. El ingreso promedio familiar anual es de $us 2.199. Al mes reciben un poco más de $us 183, en moneda nacional no llegan a Bs 1.300 ese ingreso. Antes era de $us 1.125. En la mayoría de los casos empezaron de cero; desde cómo construir un gallinero. Y hoy, por ejemplo, hay comunidades dedicadas a la producción de leche y son proveedoras de las grandes industrias de lácteos y otras al cacao y aprovechamiento sostenible del bosque.
Sin embargo, las diferencias se acentúan según las áreas en las que el Cipca trabajó. El ingreso promedio anual más alto está en La Paz con $us 1.263; le sigue Pando con $us 965; Beni con $us 920, Santa Cruz con $us 540 y Cochabamba llega a $us 513.
El tema género es relevante. Llegaron a 7.078 productoras, de las cuales 3.218 incorporaron innovaciones tecnológicas para ahorrar tiempo y alivianar sus actividades económicas. Hecho que impactó en el tiempo utilizado por ellas para poder participar en organizaciones económicas y formar parte de sus directivas (46%).
CIPCA contribuye al fortalecimiento organizativo, político, económico y cultural de los pueblos indígenas originario campesinos (IOC). Más de 84 mil personas (45 mil hombres y el resto mujeres) participaron en diferentes capacitaciones. Algunas personas son hoy asambleístas nacionales, departamentales, alcaldes, dirigentes de cabildos comunales, subcentrales indígenas, de juntas escolares. Entre ellos, destacan Bienvenido Zacu y Pedro Nuni, diputados nacionales; Antonia Iyarigra asambleísta departamental en Santa Cruz y Sonia Aguilera, ejecutiva de la Central Campesina de Guayaramerín, Beni.
Se explica porque en el quinquenio de implementación del plan estratégico del Cipca se realizaron los cambios estructurales del país como la modificación a la ley INRA, la elección de la Asamblea Constituyente y la aprobación de la nueva Constitución.
El padre Xavier Albó manifestó que ahora los IOC tienen mucho más acceso al poder dentro del nuevo Estado plurinacional; sin embargo, advierte que estos avances hay que consolidarlos.
Especialmente en aspectos de la nueva legislación bajo el concepto de desarrollo rural sostenible con enfoque territorial. El director ejecutivo del Cipca, Lorenzo Soliz, señala que fue “difícil de abordar” el tema económico “por las incoherencias que existen al interior del mismo Gobierno”. Espera que las urgencias de seguridad alimentaria y efectos del cambio climático, le den relevancia.
Tres jesuitas impulsaron el cambio
Cipca empezó a gestarse una tarde de octubre de 1970 en la calle Jenaro Sanjinés. En un cuartito del tercer piso del colegio San Calixto se reunieron tres jesuitas, Luis Alegre, Xavier Albó y Francisco Javier Santiago, que recién habían acabado sus estudios universitarios. Tenían la firme convicción de que los problemas del país debían enfrentarse a través de un trabajo en equipo para poder contribuir a un cambio social. Contaban con menos de $us 5.000. El objetivo era algo así como “buscar los caminos más eficaces para que los campesinos de Bolivia encuentren cauces propios para su desarrollo estructural y su integración en el país”. Para el 2005 tenían un equipo de 110 personas y un presupuesto de $us 2,5 millones. Trabajan en tres campos: económico, organizativo y educativo (formación y capacitación). Hoy tiene regionales en La Paz, El Alto, Cochabamba, Cordillera, Santa Cruz, en San Ignacio de Moxos y Riberalta. Esta historia está registrada en su sitio web
www.cipca.org.bo
CIPCA es entidad sin fin de lucro
El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado, empezó como una organización dependiente de la Compañía de Jesús y en 1994 se convirtió en una organización autónoma sin fines de lucro.
Ha sido en 40 años una de las ONG más importantes. Los fundadores sostenían: “El futuro de Bolivia se decide en el campo y no en las minas”.
La tierra saneada es el primer paso para el desarrollo
El Cipca destaca que se logró que 20.831 familias campesinas indígenas de tierras bajas, de las 22.069 previstas, obtengan títulos de sus tierras y territorios. Tienen 11,4 millones de hectáreas, frente a las 11,6 millones planificadas, que les permite proyectar su desarrollo sociocultural y económico en una perspectiva de largo plazo.
Se subraya que 1.852 familias están en proceso de reasentamiento en más de 180.000 hectáreas para garantizar el control y gestión de tierras tituladas.
Asimismo, 12.158 familias campesinas indígenas de las siete regiones de cobertura del Cipca implementan propuestas productivas con enfoque agroecológico en más de 360 mil hectáreas, orientada al autoconsumo y al mercado; según las potencialidades agroecológicas y contextos culturales propios de cada región.
El desafío es amplificar el concepto de que la economía familiar es sostenible, garantiza la seguridad alimentaria y puede generar excedentes comercializables en mercados locales.
En el período 2005-2010, en el marco del plan estratégico del Cipca promovieron que 504 organizaciones campesinas indígenas, de 400 previstas, de distintos niveles han modificado sus estatutos, incluyendo valores y orientaciones democráticas y participativas: equidad de género y generacional; derechos y responsabilidades individuales de bases y dirigentes; pluralismo político, religioso, cultural; rendición de cuentas y corresponsabilidad; renovación de liderazgos, etc, que gradualmente los van implementando.
Ya son 15 Organizaciones Económicas Campesinas Indígenas (OECI) las que proveen de productos (chocolate, mermelada de frutas, harina de trigo, yogurt, etc.) para el desayuno escolar; tienen convenios con empresas para proveer maíz, harina de algarrobo, ají, frejol; convenio con empresas para exportación de cacao en grano sobre todo a Argentina; y el resto comercializa sus productos en ferias locales, regionales nacionales.
El Cipca señala que en consenso con los productores y productoras y sus organizaciones se implementa la propuesta económica productiva (PEP), un planteamiento técnico-político de desarrollo rural sostenible, orientado a fortalecer a estos sectores.
Los componentes de la PEP son agricultura sostenible, ganadería altoandina, nueva ganadería, sistemas agroforestales, gestión territorial y de recursos naturales.
La implementación de la PEP permite mayor disponibilidad y diversidad de alimentos y la economía es más estable, se subraya en Cipca.
Como ejemplo, en lugares donde se aplicó riego, las familias cuentan con dos cosechas al año.
Cipca destaca que la nueva ganadería en el Chaco, junto con el proceso de reasentamientos de comunidades en el marco de sus planes de gestión territorial contribuye a que las familias y organizaciones puedan consolidar el control de las tierras tituladas.
Varios municipios rurales están incorporando estas propuestas en sus planes y programas de desarrollo.
Promueven el acceso a las instancias de poder
“Cuando reclamamos al Alcalde no nos hace caso, pero ahora ya conocemos nuestros derechos y cómo se planifican las cosas, además debemos solicitar al Comité de Vigilancia y a cada comunario que realice un control social transparente”, señala Mercedes Chao, de la comunidad Sacrificio del municipio pandino de Puerto Rico, según la revista Mundos Rurales del Cipca.
Por ello, este centro ha promovido procesos de capacitación y sensibilización abordados que contribuyen a la participación, el control social y las relaciones interculturales donde trabaja el Cipca. Al 2010 se capacitaron a 47.160 hombres y a 43.761 mujeres. En el 2003, fueron 14.387 hombres y 14.160 mujeres.
Según datos de Cipca, al 2010, los campesinos indígenas elegidos en instancias de poder local, expresado en porcentaje promedio de cargos ocupados por hombres y mujeres, alcanza a 66%, donde 46% corresponde a hombres y 20% a las mujeres.
Los elegidos en instancias de poder regional llegan a 39%, el 11% son mujeres.
Cipca destaca que acompañaron, junto con otras instituciones, “en su largo caminar al movimiento campesino indígena en Bolivia para que se constituya en actor de los grandes cambios sociales, legales y políticos que se dan al inicio del presente siglo”. Así contribuyeron a la formulación de normas, políticas y leyes relacionadas con el desarrollo rural, tierra y recursos naturales, participación social y política.
Fortalecer democracia
VISIÓN La visión estratégica es contribuir al fortalecimiento político, económico y cultural de campesinos e indígenas, de hombres y mujeres.
DEMOCRACIA Desde esta perspectiva, participar en la construcción de una Bolivia democrática, intercultural, equitativa y sostenible económicamente.
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