Los floricultores de Cochabamba atraviesan un mal momento por el contrabando de flores que provoca pérdidas al sector por la caída de los precios en el mercado.
Ante la crisis, los productores protagonizaron ayer una marcha de protesta en la que botaron claveles, rosas, astromelias, crisantemos y otras variedades extraídas de sus viveros y desechadas porque no pudieron ser comercializadas.
Frente al Concejo municipal, cientos de floricultores demandaron la aprobación de medidas concretas que pongan freno al ingreso ilegal de flores provenientes de Perú y Ecuador.
Los manifestantes, entre productores y comercializadores de flores, protestaron porque desde mediados de junio “ingresa ilegalmente y ante la mirada paciente de las autoridades de la Aduana y el municipio cualquier cantidad de flores a los diferentes mercados de la ciudad, particularmente los sábados y miércoles”, dijo Jacinta Siñañis, productora de Bella Vista.
Los floricultores informaron que están desechando grandes volúmenes de flores cultivadas bajo carpa y a cielo abierto debido a que la abundante oferta ha provocado que los precios se desplomen haciendo insostenible la floricultura en Cochabamba.
La Asociación de Floricultores de Cochabamba indicó que una mayoría de sus afiliados trabaja a pérdida y otros están a punto de cerrar definitivamente sus plantaciones por el descenso del valor del su producto. Como ejemplo, explicaron que dos docenas de claveles costaban hace un mes 16 bolivianos y ahora cinco; la misma cantidad de rosas tenía un precio de 25 bolivianos y actualmente el precio es 10.
Medidas
Los miembros del comité de emergencia de los floricultores pidieron al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) realizar batidas y el decomiso de flores ecuatorianas y peruanas, y al Concejo una ordenanza que prohíba la comercialización de esta mercadería de contrabando en los mercados y calles de la ciudad con el control de la Intendencia.
“Son flores enfermas de Ecuador y Perú que ingresan al país y a los mercados de Cochabamba, Sacaba y Quillacollo sin ningún control sanitario de parte del Senasag, mucho menos de los controles operativos aduaneros que hasta la fecha no han decomisado ninguno de los camiones que llegan con esa mercadería”, dijo Carlos Ramírez, pequeño productor de flores silvestres en las laderas del Tunari.
José Luis Sanabria, miembro del comité de emergencia, señaló que el contrabando cubrió inicialmente los mercados de La Paz, luego Oruro y los centros mineros, y posteriormente Cochabamba y Santa Cruz.
15 mil empleos en riesgo
En el departamento de Cochabamba, la producción de flores que cubre una superficie de 50 hectáreas bajo carpa y alrededor de 100 hectáreas a campo abierto, genera unas 15 mil fuentes de empleo, entre directos e indirectos, dijo José Luis Sanabria, miembro del comité de emergencia de los floricultores de Cochabamba, que exigen medidas contra el contrabando.
Unas 150 empresas entre familiares, micros, pequeñas, grandes, además de asociaciones campesinas de productores, cultivan flores en las laderas de la cordillera del Tunari que atraviesa los municipios de Suticollo, Vinto, Quillacollo, Cercado y Tiquipaya.
Del 100 por ciento de su producción un 5 por ciento tiene destino de exportación bajo estrictas normas de sanidad agropecuaria, un 60 por ciento se comercializa en los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Sucre y Santa Cruz; mientras que un 35 por ciento cubre los requerimientos del departamento de Cochabamba.
“La Aduana y el Concejo municipal tienen que hacer algo contra el contrabando de flores para no afectar a esta cantidad de gente que vive de esta actividad”, dijo Carlos Basualdo, mediano productor de flores en la localidad de El Paso.
Ante la crisis, los productores protagonizaron ayer una marcha de protesta en la que botaron claveles, rosas, astromelias, crisantemos y otras variedades extraídas de sus viveros y desechadas porque no pudieron ser comercializadas.
Frente al Concejo municipal, cientos de floricultores demandaron la aprobación de medidas concretas que pongan freno al ingreso ilegal de flores provenientes de Perú y Ecuador.
Los manifestantes, entre productores y comercializadores de flores, protestaron porque desde mediados de junio “ingresa ilegalmente y ante la mirada paciente de las autoridades de la Aduana y el municipio cualquier cantidad de flores a los diferentes mercados de la ciudad, particularmente los sábados y miércoles”, dijo Jacinta Siñañis, productora de Bella Vista.
Los floricultores informaron que están desechando grandes volúmenes de flores cultivadas bajo carpa y a cielo abierto debido a que la abundante oferta ha provocado que los precios se desplomen haciendo insostenible la floricultura en Cochabamba.
La Asociación de Floricultores de Cochabamba indicó que una mayoría de sus afiliados trabaja a pérdida y otros están a punto de cerrar definitivamente sus plantaciones por el descenso del valor del su producto. Como ejemplo, explicaron que dos docenas de claveles costaban hace un mes 16 bolivianos y ahora cinco; la misma cantidad de rosas tenía un precio de 25 bolivianos y actualmente el precio es 10.
Medidas
Los miembros del comité de emergencia de los floricultores pidieron al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) realizar batidas y el decomiso de flores ecuatorianas y peruanas, y al Concejo una ordenanza que prohíba la comercialización de esta mercadería de contrabando en los mercados y calles de la ciudad con el control de la Intendencia.
“Son flores enfermas de Ecuador y Perú que ingresan al país y a los mercados de Cochabamba, Sacaba y Quillacollo sin ningún control sanitario de parte del Senasag, mucho menos de los controles operativos aduaneros que hasta la fecha no han decomisado ninguno de los camiones que llegan con esa mercadería”, dijo Carlos Ramírez, pequeño productor de flores silvestres en las laderas del Tunari.
José Luis Sanabria, miembro del comité de emergencia, señaló que el contrabando cubrió inicialmente los mercados de La Paz, luego Oruro y los centros mineros, y posteriormente Cochabamba y Santa Cruz.
15 mil empleos en riesgo
En el departamento de Cochabamba, la producción de flores que cubre una superficie de 50 hectáreas bajo carpa y alrededor de 100 hectáreas a campo abierto, genera unas 15 mil fuentes de empleo, entre directos e indirectos, dijo José Luis Sanabria, miembro del comité de emergencia de los floricultores de Cochabamba, que exigen medidas contra el contrabando.
Unas 150 empresas entre familiares, micros, pequeñas, grandes, además de asociaciones campesinas de productores, cultivan flores en las laderas de la cordillera del Tunari que atraviesa los municipios de Suticollo, Vinto, Quillacollo, Cercado y Tiquipaya.
Del 100 por ciento de su producción un 5 por ciento tiene destino de exportación bajo estrictas normas de sanidad agropecuaria, un 60 por ciento se comercializa en los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Sucre y Santa Cruz; mientras que un 35 por ciento cubre los requerimientos del departamento de Cochabamba.
“La Aduana y el Concejo municipal tienen que hacer algo contra el contrabando de flores para no afectar a esta cantidad de gente que vive de esta actividad”, dijo Carlos Basualdo, mediano productor de flores en la localidad de El Paso.
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