Braulio Luque ganó el tercer lugar de la Taza de Excelencia 2008 y sus granos excepcionales fueron comprados por John Arild. Allí nació el compromiso de conocer el lugar donde se cultivaron tan deliciosos granos de café.
El sábado pasado, se cumplió el sueño de Justino Luque, quien después de 14 años de ser productor de café y transmitir ese conocimiento a sus hijos, pudo conocer a un comprador. Callado, acompañó al visitante por el cafetal y disfrutó de las explicaciones que su hijo Eulogio y su nuera Aida daban al catador noruego.
Fueron casi tres horas de viaje, desde Caranavi, por caminos estrechos de tierra para llegar a la colonia Kantutani.
¿Y qué le pareció nuestro cafetal?, preguntó Eulogio, hermano de Braulio, que no pudo acompañar esta visita porque se quedó en Caranavi festejando el segundo lugar obtenido este año en la competencia de la Taza de Excelencia, que va en su quinta versión.
“Emotional question”, respondió John. Y un par de minutos después, explicó que estaba maravillado por el lugar y el amor que la familia pone cada mañana para cuidar las plantas de café, de la variedad caturro rojo y amarillo.
Detalló que el café especial boliviano ya es reconocido en el mundo por su aroma y sabor. Se puede disfrutar en cada lote de café tostado innumerables combinaciones de chocolates, frutas, cítricos. También es muy dulce. Otros tienen mayor acidez.
Esta última característica encanta al mercado japonés. Los catadores del Japón coincidieron en explicar a los productores que éste es el preferido por su clientela.
No era una plantación con árboles ordenados y en fila, como imaginaba John. Disfrutó de caminar entre plantas de café, palmeras, árboles frutales y cedrillos.
Es que se necesita que las plantas tengan sombra, aclaraba Aida, la esposa de Braulio, quien presentó otra muestra en la competencia y obtuvo el décimo lugar.
Agradeció por la oportunidad de ser recibido y agregó que valió la pena viajar más de un día y medio para llegar a Bolivia.
Que un productor cafetalero de los Yungas paceños pueda contactarse directamente con su comprador es una rareza. Luego de conversar sobre las características del café Tikal del Jaguar, ambos se comprometieron a producir más café especial y a comprarlo. “Voy a contar a mis clientes su historia”, dijo John, mereciendo un aplauso de la familia.
Y cumplió. En la página principal www.kaffebrenneriet.no, está su fotografía catando café en Coroico. El link Viaje a Bolivia cuenta día a día sus experiencias como juez internacional de la competencia hasta su visita al cafetal.
Ahora, a la familia Luque le queda esperar la fecha de la subasta para vender su café. Tal vez otro comprador ofrezca más y no pueda vender a esta cadena de 19 cafeterías en Oslo.
Pero queda el compromiso de seguir produciendo café especial y lograr una relación permanente. Kaffebrenneriet tiene una oferta de 120 de los mejores cafés especiales que se producen en el mundo. Allí estuvo el de Braulio Luque.
Al finalizar la premiación, los periodistas le preguntaron a Braulio si era mejor cultivar café que la hoja de coca. “Café es mejor”, dijo inmediatamente. Es que con el dinero recibido en las otras competencias pudieron comprar una máquina colombiana seleccionadora de café, adquirir una movilidad para transportar los sacos de café y mejorar su casa.
“Era de madera con techos de palmera y ahora está mejor con los tablones de madera y techo de calamina. Pero ahora creo que podemos construir una casita”, mencionó con entusiasmo Aida.
Ellos viven al lado de una montaña a la que aún no ingresó el hombre y algunas noches se escuchan los rugidos del jaguar. Por eso el nombre de su café.
“Nadie se acuerda de los cafetaleros y nosotros generamos las divisas para el país. Esa es una gran preocupación”, dijo Braulio y luego destacó que “los productores podemos ser empresarios y ésa es la nueva visión de nosotros”.
Y viceversa, el ganador del primer lugar, Mauricio Diez de Medina, muy emocionado, pidió a los empresarios de la ciudad volcar su mirada al campo. “Deberíamos ser un país agrícola”. Y es que los compradores del Reino Unido, Rusia, Japón, Estados Unidos y otros países europeos coincidieron en que Bolivia tiene los mejores cafés del mundo, pero necesitan incrementar su producción para llegar a más amantes del café.
Hace falta una buena carretera.
“Nos preocupa que estemos en un bajón de la producción cafetalera boliviana; hay que dar mayor impulso a este sector”.
HUGO LIMA, alcalde de Caranavi.
“Esta es una buena alternativa para los pequeños productores, para que puedan mejorar sus ingresos y calidad de vida”.
WÁLTER DÍAZ, presidente de Fecafeb.
“Tienen cafés de calidad y esto incentiva a establecer relaciones de largo plazo con los compradores, a precios superiores”.
SHERRI MICHELLE JHONS, juez principal de catación.
“Si un productor tiene un café de calidad y sólo tiene tres sacos, no tiene caso. Estamos buscando llenar un container para comprar”.
JEFF BABCCOCK, catador y comprador de café especial.
“Soy de Puerto Acosta y me vine a Caranavi con mi familia. Trabajé en otros cafetales y luego me compré mi terrenito para cultivar café”.
JUSTINO LUQUE, cafetalero, colonizador (desde 1975).
Características de la producción
La zona • El café boliviano se produce en la zona subtropical, en las faldas de los Andes sudamericanos, más conocido como Yungas. Tiene una diversidad de flora, fauna y microclimas ideales que permiten la producción de cafés de altura de calidad.
La altura • Las plantas cafetaleras se encuentran generalmente a una altura de 1.000 a 1.8000 metros sobre el nivel del mar. Los cafés especiales se cultivan a más de 2.000 msnm. Predominan las plantaciones de la especie coffea arábica, variedad típica o criolla.
La organización • Los productores están organizados en asociaciones, cooperativas y Coracas que conforman la Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia (Fecafeb). Son 34 organizaciones económicas, que reúnen a 8.700 familias productoras.
Las ventas • Se estima que el 70% de la producción nacional de los cafés está dirigido a la exportación y el 30% va al consumo interno. Los cafés especiales se venden directamente a través de una subasta en internet, organizada por la Taza de Excelencia.
Competencia que fortalece las relaciones
La Taza de Excelencia, Cup of Excellence en inglés, es una competencia anual de prestigio internacional que permite seleccionar a los mejores cafés especiales producidos por un país concursante que ofrezca una calidad excepcional para exigentes mercados internacionales.
Un selecto grupo de catadores nacionales e internacionales elige estos cafés ganadores, los cuales se catan al menos cinco veces diferentes durante el proceso de la competencia.
Sólo los cafés que reciben continuamente un puntaje suficientemente alto, mayor a 84, pueden pasar a otras etapas de la competencia. Los ganadores finales reciben el premio Cup of Excellence® y se venden al mejor postor en una subasta en internet.
“Los cafés que poseen esta calidad ejemplar son muy pocos. Estos cafés tienen una maduración perfecta, son cuidadosamente recolectados y poseen un cuerpo bien desarrollado, un aroma agradable y una dulzura llena de vida que sólo contienen los cafés especiales de extremadamente alta calidad. Cada café ganador posee su sabor particular característico de la tierra en la que crece y todos se elaboraron de manera artesanal para mejorar estas características únicas”, detallan en el portal de internet www.cupofexcellence.org.
La organización sin fines de lucro nació a la conclusión del proyecto Gourmet (1999). Estaba financiado por la International Coffee Organization, el Centro de Comercio Internacional y Common Fund for Commodities de las Naciones Unidas, para ayudar a que cinco países reciban mejores precios por su café.
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