Los ingenios azucareros de Santa Cruz funcionan durante seis meses seguidos, el tiempo que dura la zafra.
A finales del mes de abril se inicia el cortado de la caña. Miles de zafreros, cientos de Santa Cruz, y muchos otros del interior llegan hasta la ciudad oriental para enrolarse en estas labores.
“El azúcar se hace en el campo, en los ingenios lo único que hacemos es la transformación”, asegura el presidente del Ingenio Guabirá Mariano Aguilera.
El trabajo de los ingenios termina en el mes de octubre y los agricultores empiezan a preparar sus terrenos.
Muchos de los migrantes que llegaron a Santa Cruz en los años 70 y 80 se han convertido en empresarios exitosos.
Francisco Dorado, Teodosia Quiroz y Santiago Espinoza son tres ejemplos de que gracias a la perseverancia es posible encontrar oportunidades de vida en Santa Cruz.
Mariano Aguilera afirma que en Santa Cruz se recibe con los brazos abiertos a todos los migrantes que llegan a este departamento a trabajar.
Concluye que el desafío de esta industria, que mueve la economía del norte de Santa Cruz, es mejorar la calidad de la caña de azúcar, generar más fuentes de empleo y que este alimento no falte en la mesa de los bolivianos.
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