lunes, 18 de noviembre de 2013

Fumigar vía aérea o terrestre es una decisión marcada por la urgencia o la necesidad



Optar por una aplicación de agroquímicos de forma aérea (avioneta) o terrestre (máquina fumigadora) depende de la necesidad del cultivo, del clima de la zona y de las enfermedades que atacan a los sembradíos, señalaron los especialistas en el tema.

José Ávila, socio y gerente de operación de la empresa Aéreo Servicios Agrícola (ASA Ltda.), indicó que desde el aire se pueden aplicar insecticidas, fungicidas, herbicidas en presentación líquida, que van desde los dos hasta los 25 litros por hectárea.

Los cultivos de algodón y la soya son los que más demandan los servicios aéreos, y “sobre todo en la campaña de verano”, expresó Ávila y agregó que la mayor ventaja de usar la fumigación aérea en el cultivo es por la eficiencia en tiempo.

“Un avión puede realizar hasta 1.000 hectáreas por día y una máquina terrestre desarrolla alrededor de 250 hectáreas”, explicó el piloto agrícola. Añadió que el avión no pisa la superficie de la propiedad ni toca el cultivo, lo cual “causa daños de hasta un 6% en la producción de cualquier sembradío”, remarcó.

Never Tejerina, jefe de desarrollo y nuevos productos de Nutrientes del Oriente SA, señaló que como en la zona norte existen más problemas climatológicos y tiene más propensión a la roya asiática de la soya, las aplicaciones terrestres son más efectivas.

“Se ha demostrado en ensayos que se tiene mejor cobertura aplicando el agroquímico con volúmenes de agua arriba de los 50 litros por hectárea y en las aplicaciones aéreas se usa en menor volumen”, dijo.


Los costos de cada servicio

Las tarifas del servicio aéreo varían de una empresa a otra y de las necesidades del agricultor. Por ejemplo, ASA Ltda. cobra desde $us 6 por hectárea. En otras empresas cuesta entre $us 4 a 5. La aplicación terrestre varía entre $us 5 y 7, por la mayor capacidad operativa de la máquina, indicó Tejerina

— EMPRESAS DE FUMIGACIÓN AÉREA—
Seis tienen licencia para operar

Según datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), las empresas de fumigación constituidas y con base en Santa Cruz son seis: Faro Ltda, Mónica Ltda, Savia Cruz, Sejima SRL, Tractores del Aire SA y Aero Agro SRL. El ente regulador señaló que existen varias empresas unipersonales, pero las más representativas son Berly Bickers Valdez, Javier Miranda y Frank Rempel.

“En los últimos cinco años se ha visto un importante crecimiento de las empresas de fumigación”, dice el informe. Señala que esto se demuestra a través de la importación de aeronaves especiales en el marco de la autorización RAB 133. La DGAC verifica la aeronavegabilidad de las avionetas, es decir, certifica su condición técnica y legal.

Cada forma de fumigar tiene sus ventajas

Por aire. Con menor volumen de aplicación abarca mayor superficie. Se aplica desde 2 hasta 25 litros por hectárea. Algunas empresas también ofrecen el servicio de aplicaciones sólidas de siembra de pasto, arroz, sorgo y de fertilización.

Por tierra. Las aplicaciones con maquinaria agrícola permiten una mejor cobertura por su volumen. Algunos utilizan banderillero satelital (sistema GPS), que permite aplicaciones más precisas y registra los lotes con la cobertura.


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