Al respecto, la integración de los esfuerzos de investigación en relación a infraestructura, organización social, tenencia de la tierra, manejo integrado de los cultivos andinos y la protección vegetal, así como los enlaces económicos con otras regiones de Puno, en el Perú, y países vecinos todavía quedan como reto en relación a la realización coordinada de trabajos de carácter científico y tecnológico. El conocer los factores que inciden en esta integración es fundamental para diseñar una estrategia para el desarrollo del Altiplano peruano, así como el de otras zonas similares.
La protección vegetal consiste en la defensa de los cultivos contra las pestes. La practica de la protección vegetal exige una base de conocimientos que descansa en una serie de conceptos, entre los que se encuentran los de peste, plaga, enfermedad, pesticida, plaguicida, control, manejo integrado de plagas y enfermedades y otros conceptos relacionados.
Se considera peste a todo organismo nocivo al hombre y a sus intereses económicos, los que abarcan las plantas cultivadas y los animales domésticos. El concepto incluye los patógenos de plantas y de animales; malezas, nemátodos parásitos de plantas y animales, moluscos, ácaros, insectos, aves silvestres y roedores.
La protección vegetal, entendida como lucha contra las fitopestes se puede llevar a cabo de diversas maneras y por distintos métodos, tales como:
Evasión de la peste: Por una adecuada elección de la época de siembra; por una selección de las áreas de cultivo; y por el uso de semilla libre de pestes.
Exclusión de la peste.
Erradicación de la peste.
Control de las pestes o protección del cultivo contra las mismas.
Los métodos de control, hoy en día se conocen como herramientas del manejo integrado de fitopestes. Los principales son:
Control cultural, físico, mecánico, genético, controles de base etológica, control biológico, microbiológico, uso de plantas resistentes, control legal y el control químico.
El manejo integrado de cultivos es un sistema dinámico que demanda la transferencia de conocimientos de los especialistas, y, especialmente, flexibilidad y sensibilidad en la toma de decisiones por parte del productor. EL manejo integrado de cultivos también tiene la ventaja de tener una variabilidad considerable. Su implementación requiere la voluntad política de los gobernantes, una educación intensiva de toda la comunidad y un entrenamiento activo de los productores.
Esto conlleva a que los productos para la protección de los cultivos no sólo deben funcionar, sino también ser seguros para el usuario, los consumidores y el ambiente. Adhiriendo plenamente al Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas elaborado por la FAO (1997), la Industria de la protección de cultivos, sólo desarrolla, produce y vende productos que han sido apropiadamente ensayados y aprobados por las autoridades competentes.
Sin embargo en la actualidad el uso de agroquímicos sintéticos ocasiona mas problemas de los que pueden resolver. Estos incrementan el desbalance ecológico lo que favorece aun más a los organismos fitopestes. Entre los fenómenos que pueden aparecer con el uso indiscriminado de agroquímicos pesticidas, se encuentran:
Resistencia a los plaguicidas.
Afectación de las poblaciones de enemigos naturales. Desequilibrio de la plaga, resurgimiento de la plaga.
Trofobiosis.
Alteraciones de la población microbiana del suelo.
Los problemas de carácter fitosanitario ocurren como consecuencia del intento de practicar la agricultura en forma intensiva. Al tratar de resolver de forma inadecuada los problemas de plagas y enfermedades, que son consecuencia intrínseca del modelo inadecuado de agricultura que estamos usando (con presencia de grandes áreas de monocultivo, control químico de plagas, enfermedades y "malezas", fertilización química incontrolada, laboreo violento que afecta la biota del suelo y provoca erosión, riegos incontrolados que salinizan los suelos etc.) provocamos que sea insoluble el combate de los organismos dañinos a los cultivos.
Por tanto hay que buscar un modelo de realización de la agricultura que, dando rendimientos aceptables, nos permita cosechar los cultivos manteniendo un equilibrio biológico, plagas cultivo, que mantenga las poblaciones de los organismos dañinos por debajo de los umbrales económicos de pérdidas. Lo más cercano a este modelo que buscamos, que existe actualmente, es la llamada Agricultura Orgánica, Sostenible o Sustentable. Como parte fundamental de ella se ha desarrollando el manejo integrado de plagas y enfermedades.
Entre otras prácticas fundamentales en el manejo integrado de plagas y enfermedades, se citan a las siguientes:
v Disminución de la fertilización mineral.
v Uso de la fertilización orgánica.
v Uso de la Rotación de cultivos.
v Uso de Policultivos.
v Manejo adecuado del riego en momento, dosis y métodos a usar.
v Uso de distancias y densidades óptimas de siembra y plantación.
v Manejo de las Épocas y momentos de siembra y plantación. Adecuar el tipo de cosecha (en verde o quemado, planta entera o sólo fruto, etc)
v Tener en cuenta el tipo de suelo al escoger el cultivo.
v Uso del Control Biológico y microbiológico.
v Disminución del laboreo excesivo de los suelos.
v Siembra y plantación, siguiendo las curvas de nivel. Siembra de cultivos trampa y protectores de enemigos naturales.
v Siembra de plantas repelentes de plagas.
v Uso de variedades resistentes.
v Uso de organismos fijadores de Nitrógeno y solubilizadores de fósforo.
v Composteo de los restos de cosecha.
v Solarización del suelo.
v Manejo de la dinámica poblacional de plagas y enfermedades
v Tratamiento y desinfección de semillas.
Las experiencias sobre la protección de plantas y/o de cultivos que se tratan en el presente trabajo están basadas principalmente sobre el manejo integrado o protección integrada de plagas y enfermedades de la papa y quinua, que son los principales cultivos de las zonas agroecológicas de alta montaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario