lunes, 11 de septiembre de 2017
8 escollos frenan la difusión del café nacional
La frase “mientras más cerca del cielo están los cafetales, más delicioso es el aroma y sabor” del grano se cumple con el café boliviano de altura, uno de los mejores de la región, pero que enfrenta al menos ocho obstáculos que reducen su presencia en el mundo.
Los cafés de zonas montañosas que están entre 800 y 1.200 metros sobre el nivel del mar (msnm) poseen características sobresalientes de aroma, acidez y fragancia, pero “los mejores del mundo provienen de alturas desde los 1.200 hasta los 2.000 msnm”, según el Fondo Nacional de Desarrollo Integral (Fonadin), entidad estatal a cargo de promover y fortalecer los cultivos agrícolas en zonas autorizadas de producción de coca en el país.
“El café boliviano de altura es exótico y está entre los mejores 10 del mundo”, porque “mientras más cerca del cielo están los cafetales, más delicioso es el aroma y sabor” de la bebida, considera el cafetalero de Caranavi Juvenal Quijoa, quien desde este lunes hasta el viernes enumera las bondades de la semilla nacional en la sexta de 10 microcápsulas que la marca Huari difunde a las 21.00 a través del canal de televisión por cable National Geographic para revalorizar los orígenes de la historia, la cultura y la producción de Bolivia.
Estas plantaciones se desarrollan en un microclima único, compuesto por una humedad, temperatura y lluvias óptimas para su cultivo, condiciones que sumadas al manejo en su mayoría tradicional que tienen los cafetales le permite al café boliviano de altura contar con los sellos Orgánico y de Comercio Justo, que suben en $us 0,30 y 0,20, respectivamente, la cotización de la libra de la variedad verde oro en la Bolsa de Nueva York, con lo que el precio asciende de $us 1,40 a 1,90.
“Producimos uno de los mejores cafés de Latinoamérica, pero el gran inconveniente son los reducidos volúmenes que no logran satisfacer el mercado internacional”, reporta el Fonadin, que hace notar que la calidad del grano se complementa con aspectos importantes como “el manejo del cultivo, la cosecha del fruto maduro, el prebeneficiado húmedo adecuado, el secado del café a pleno sol y el almacenamiento”.
Datos del Instituto Nacional de Estadística procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior dan cuenta que las exportaciones de la semilla se redujeron en 69,2% en los últimos seis años, de $us 26 millones en 2011 a 8 millones en 2016; en tanto que las importaciones aumentaron casi 24 veces entre 2010 y 2015 —de $us 27.850 a 656.480— para luego posicionarse en 408.851 la pasada gestión, con mercadería en especial de Italia, Brasil, Estados Unidos, Perú y Colombia.
Datos. En este contexto, la Organización Internacional del Café ubica a Bolivia en el último lugar de los 36 principales productores del grano del mundo, con 81.000 bolsas de 60 kilos registradas hasta el 31 de julio de este año.
El Fonadin explica que “se ha reportado la más baja productividad del café en los sistemas cafetaleros” —hasta 4 quintales por hectárea (qq/ha)— debido principalmente a las “envejecidas” plantaciones productoras del grano (1), la baja fertilidad del suelo (2), una mayor incidencia de enfermedades como el ojo de gallo y la roya (3), un manejo deficiente de los cafetales (4) y una baja densidad de plantación (5).
Además, está el escaso uso de plantas certificadas o por lo menos una adecuada selección de semilla (6), la excesiva sombra en los sistemas productivos (7) y la ausencia de programas de asistencia técnica y capacitación a los productores y técnicos “con escasa o nula actualización de conceptos innovadores (8)”.
La oferta cafetalera se “ha reducido bastante en los últimos años, porque mucha gente ha comenzado (también) a dedicarse más a la producción de coca”, cuenta David Pinedo, productor de grano orgánico de Coroico, municipio que pertenece a la zona en la que se produce el 95% del café boliviano, la región de alta montaña de la vertiente oriental de los Andes, compuesta por las provincias paceñas Nor y Sur Yungas, Larecaja, Franz Tamayo, Inquisivi y Murillo.
Los frutos del cafeto, agrega, se recolectan una sola vez al año, mientras los cocales se cosechan tres veces. El precio del quintal de café en los Yungas, además, está entre Bs 250 y Bs 320, en tanto que el valor del taque de coca de 50 libras está en Bs 2.200.
Rendimiento del grano crecerá con 6 acciones
La renovación de los cafetales improductivos, la rehabilitación de las plantaciones con trabajos de poda de sombra, la poda rigurosa del café y la fertilización y abono de los cultivos es lo que impulsa el Gobierno en los diferentes municipios productores del grano de los Yungas de La Paz.
Hasta el momento se rehabilitaron 1.458 hectáreas (ha) y se renovaron 1.947 ha con lo se espera un incremento de por lo menos 30% en las primeras tierras, de 7 a 9 quintales por hectárea (qq/ha), mientras que las segundas podrán lograr “en los próximos dos años” una productividad de unos 10 qq/ha, informó el Fondo Nacional de Desarrollo Integral (Fonadin).
El fondo estatal, además, capacitó y brindo asistencia técnica a 2.470 agricultores, logró certificar las competencias laborales de 794 por medio de un convenio institucional entre los ministerios de Educación y Desarrollo Rural, y coadyuvó a que 109 caficultores de los Yungas se formen como técnicos básicos en el cultivo del grano.
“En total se tendrá una incidencia en 3.405 ha con un rendimiento promedio de 10 qq/ha y un volumen total de 1.500 toneladas”, informó la entidad, que promueve el desarrollo y fortalecimiento sustentable de la producción y de los sistemas de salud, educación, saneamiento básico y articulación territorial en zonas autorizadas de producción de coca (los Yungas paceños y el Chapare cochabambino)
Desarrollo. El Fonadin destaca asimismo que los rendimientos promedio que se proyectan “son los mínimos y que es posible mejorar éstos con un adecuado manejo del cultivo”.
David Pinedo, productor de café orgánico en Coroico, coincide con otros caficultores en que otro elemento principal que puede impulsar el desarrollo del sector es la apertura de mercados.
“La demanda acá en Bolivia es muy chica, necesitamos buscar mercados seguros afuera, si exportáramos el café podríamos sembrar más”, dijo el agricultor quien considera que lo que se cultiva hoy es lo que se puede vender y que si se produjeran más no habría mercado para la nueva oferta.
Proceso. Secado de los granos de café en una finca de los Yungas. Foto: Nicolás Quiteros-archivo
El Fonadin considera que los desafíos para que el café boliviano tenga mayor presencia en el mundo son: un incremento gradual y sostenido de los volúmenes de producción del grano de alta calidad, el reconocimiento de esta mayor oferta en los mercados nacional e internacional; el posicionamiento del producto entre los compradores gourmet bajo el concepto de buenas prácticas de manejo para la sostenibilidad de los sistemas productivos, y la promoción y protección del consumo de café prémium del país en Bolivia, cuya población aún desconoce las cualidades de la oferta local por razones culturales o de mercadeo.
Byon dará un taller a los amantes del café
Eduardo Byon “soy mitad humano mitad café” ofrecerá el 16 de septiembre en el restaurante Gustu (La Paz) un taller para que los apasionados por el grano aprendan los procesos por los que pasa la bebida antes de llegar a la mesa.
El experto “es barista y catador internacional certificado por Q Grader” y cuenta además con una maestría en Ingeniería y Ciencias de Administración de la Universidad de Tsinghua (China) y una licenciatura en Economía Política y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos), según los organizadores del evento.
“Mi sueño es que la caficultura se convierta en un motor de la economía del país y que Bolivia sea reconocida como un gran productor de café, no por su cantidad sino por su calidad”, dijo el experto, que además de promover la marca Café Patrimonio tiene una academia de barismo en Santa Cruz.
En el taller “Técnicas de selección, preparación y cata de café”, de unas cuatro horas de duración, también se enseñará a distinguir los defectos físicos, aromas y sabor del café. Los interesados pueden llamar al 73240135. La inscripción a eventos similares anteriores tuvo un costo de Bs 300.
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