Margarita Molina, esposa de Octavio Carvajal Canaza, empresario soyero que fue raptado por delincuentes extranjeros el pasado 1º de febrero, declaró a medios locales que “la familia no pierde las esperanzas de encontrarlo con vida”.
En tanto, la Policía de Santa Cruz encontró una camioneta carbonizada y presume que es de propiedad del empresario. El motorizado, Toyota Hilux, fue hallado en medio del monte a unos 20 kilómetros de la localidad Hardemann del municipio de San Pedro.
Horas después de que se diera a conocer la noticia sobre el secuestro del empresario agricultor Octavio Carvajal Canaza, en la zona de Hardeman, próxima al municipio de San Pedro (sector norte de Santa Cruz), apareció la que, al parecer, era la camioneta del plagiado, publicó la agencia de noticias ANF.
El motorizado estaba totalmente calcinado y se temió que el hombre hubiera corrido la misma suerte, pero la Policía que llegó al lugar comprobó que no había restos humanos dentro de la chatarra, noticia que alivió sobremanera a la esposa del desaparecido, quien no pierde la esperanza de que aparezca sano y salvo.
En tanto, según El Deber digital, la esposa del soyero estuvo ayer en la oficina de su abogada, Blanca Mercado, y la puso al tanto de que la camioneta tenía seguro y un sistema de alarma electrónico, por lo que la jurista solicitará al Ministerio Público que pida un informe a la empresa dispensadora del servicio de protección para ver qué recorrido hizo el vehículo.
Carvajal desapareció el 1 de febrero cuando salió de su casa, en Satélite Norte, hacia su propiedad en San Juan a ver su sembradío de soya. Un día después se supo que estaba secuestrado y el domingo Margarita Molina, acompañada de su padrino, fue de noche al camino a Clara Chuchío y le entregó $us 200.000 a un sujeto alto y encapuchado que los intimidó con un arma de fuego.
Asimismo, la esposa del desaparecido declaró que mediante las llamadas que le hicieron, identificó que los secuestradores tienen acento colombiano.
COMUNICACIONES
Según el diario local El Día digital, los grupos de Inteligencia de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen centraron su investigación para dar con el paradero de Carvajal Canaza.
Según investigaciones, él se contactó con su esposa, al día siguiente del plagio desde un número privado.
La mujer relata que le regañó del porqué había desaparecido sin decir nada y segundos después cortó la llamada.
“Al poco rato recibí una segunda llamada telefónica en la que me indicó que le diga a sus hijos que se encontraba bien solucionando un pequeño problema”, denunció su esposa desesperada de no saber a la fecha de su paradero.
La mujer confesó que en los cuatro contactos telefónicos que mantuvo con el padre de sus hijos lo notó nervioso.
En su tercera llamada, Octavio Carvajal comunicó a sus familiares que se encontraba solucionando “un pequeño problema” por lo que pidió a su esposa que consiguiera 200 mil dólares para entregar a sus supuestos secuestradores y que estos lo dejarían en libertad.
La esposa dijo que consiguió la mitad del dinero de sus cuentas bancarias privadas y el resto se lo prestó su padrino. Una vez conseguida la suma exigida, la cuarta llamada el delincuente, a quien lo describen con acento colombiano, les ordenó que se dirijan hasta una construcción de la misma víctima, ubicada a 10 cuadras de su vivienda. Allí iban a encontrar una bolsa tapada con arena con un celular. Los intermediarios temerosos de que algo les sucediera en la cancelación de la suma exigida llegaron hasta el sitio acordado siguiendo las instrucciones. Una vez encendieron el celular un hombre les instruyó que se dirigieran hasta la avenida Clara Chuchio donde fueron interceptados por un individuo encapuchado que bajó de una vagoneta y apuntándoles con un arma de fuego les quitó el dinero y escapó. Su abogada Blanca Mercado mostrando la fotografía de su cliente pidió a la población colabore en su búsqueda.
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