La Federación de Trabajadores de la Zafra de Santa Cruz aseguró que sólo dos ingenios firmaron contratos colectivos y un número no contabilizado incumple la norma.
El ejecutivo de esa organización, Valerio Carvajal, informó que, para la zafra de este año, los ingenios Guabirá y Unagro suscribieron documentos laborales en los que fijaron un precio de 19 bolivianos por tonelada de caña quemada y 32 bolivianos por la recolección de la caña fresca.
Sin embargo, los otros ingenios no quieren suscribir contratos, además pagan menos por el producto recolectado.
Según Carvajal, para hacer respetar las normas laborales, el Ministerio de Trabajo y la Dirección Departamental de Trabajo no ayudan a convocar a las partes para fiscalizarlas.
“Para nosotros los contratos colectivos o individuales son importantes porque si hay incumplimiento en el pago o hay abusos, se puede demandar al ingenio ante el Ministerio de Trabajo, pero -de lo contrario- los trabajadores deben resignarse a establecer contratos verbales”.
Carvajal añadió que hay ingenios que tampoco cumplen con la provisión de ropa de trabajo, camisas con manga larga, guantes, canilleras que son importantes para proteger el pie ante la caída de troncos cuando se corta la caña, lo cual es frecuente.
Según la Federación de Zafreros, en países como Ecuador, los trabajadores reciben esta dotación de ropa y equipos para garantizar su integridad física.
Además, cuando los zafreros se enferman tienen que curarse por su cuenta, no hay hospitales a disposición y los costos de compra de medicamentos se descuentan del pago por su trabajo de corte.
Carvajal informó que en la zona donde se extrae caña, los zafreros están expuestos a muchas enfermedades, infecciones, diarreas, golpes, picaduras de víboras, zancudos y conjuntivitis.
La alimentación también corre por cuenta de los empleados que durante la época de zafra duermen en campamentos estables o móviles. Muchos acuden a las zonas productoras de caña junto con sus familias.
La actividad atrae a 6.500 personas
Alrededor de 6.500 trabajadores se dedican a la zafra en Santa Cruz, aunque la cifra ha disminuido en los últimos años por el uso de maquinaria.
El secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Zafra de Santa Cruz, Valerio Carvajal, informó que hasta hace 15 años en cada zafra se desplazaban unos 35.000 trabajadores a las plantaciones. Ahora el trabajo está más mecanizado y ha desplazado la mano de obra.
Un zafrero puede llegar a cortar de cinco a diez toneladas de caña por día, lo que depende de su habilidad para manejar el machete y recibir un mayor pago, explicó Carvajal.
La época de zafra comienza en mayo y finaliza en octubre. La caña cortada se va a los ingenios donde se procesa para producir azúcar y alcohol.
Muchos de los trabajadores son jóvenes y hay otros de 50 años de edad.
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