“Tenemos muchos mercados que son interesantes (para la exportación), pero el cultivo de palmito está creciendo de forma apagada; no se está dando un seguimiento desde el sector gubernamental”, dijo a La Razón el encargado de Comercio Exterior de la firma Bolhispania Industria y Comercio, Wilmer Medrano.
La empresa trabaja junto a 800 productores del municipio de Chimoré, en Cochabamba. Según Medrano genera, además, alrededor de 150 empleos directos y unos 300 indirectos como parte de toda la cadena de producción.
El requerimiento de apoyo estatal es compartido por José Luis Abuawad, gerente de la fábrica de conservas “La Granja”. La planta funciona en Santa Cruz y actualmente exporta palmito en conserva a los mercados de Uruguay, Argentina, España e Italia.
Para el gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), José Ribero, se necesitan “políticas transversales al sector exportador en general”.
Entre ellas mencionó una flexibilización en el tema del dólar —cuyo tipo de cambio permanece invariable hace más de un año—; la promoción de las exportaciones y la incorporación de nuevas tecnologías.
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