Las asociaciones y empresas exportadoras de banano y piña del Trópico de Cochabamba se declararon en estado de emergencia y anunciaron medidas de protesta contra las autoridades nacionales del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) que “arbitrariamente y violando anteriores acuerdos” cerraron hace dos semanas las oficinas de Chimoré y concentraron la certificación fitosanitaria de exportación en su oficina de Izarzama.
El cierre de la oficina regional del Senasag de Chimoré, primero “rompe de manera arbitraria” el acta suscrito en octubre de 2007 con el Gobierno donde se establece el funcionamiento permanente de una oficina de certificación fitosanitaria en esa localidad y segundo ocasiona innumerables perjuicios económicos, logísticos y de tiempo, afirmó Igor Guzmán, gerente general de la empresa bananera “Ebita”.
Refirió que las empresas y asociaciones bananeras asentadas en el área de influencia de la oficina clausurada recaban semanalmente entre 40 y certificados fitosanitarios para exportar anualmente un promedio de 2 millones de cajas de banano a la Argentina (90 por ciento) y Chile (10 Por ciento).
Las últimas dos semanas, para obtener un certificado de exportación, los técnicos de las empresas Probitrop, Unabana, Ebita y Pebap, tuvieron que viajar, ida y vuelta 120 kilómetros hasta Izarsama, distante a 60 kilómetros al oeste de Chimoré, con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero.
En su criterio, el cierre de la oficina de Chimoré también resulta perjudicial para los técnicos del Senasag, que tienen que viajar las mismas distancias para realizar las inspecciones fitosanitarias en las plantaciones y centros de empaque de las principales empresas exportadoras.
Tras solicitar al Gobierno que reconsidere la medida y reponga los servicios de certificación fitosanitaria en Chimoré, autoridades del Senasag programaron una reunión conciliatoria para el próximo viernes para concertar algún acuerdo que optimice la otorgación de certificados de exportación.
“En nuestro criterio no hay nada que negociar, solo respetar el convenio firmado en octubre del 2007 donde claramente se establece el funcionamiento del centro de Chimoré en forma permanente”, sostuvo.
El cierre de la oficina regional del Senasag de Chimoré, primero “rompe de manera arbitraria” el acta suscrito en octubre de 2007 con el Gobierno donde se establece el funcionamiento permanente de una oficina de certificación fitosanitaria en esa localidad y segundo ocasiona innumerables perjuicios económicos, logísticos y de tiempo, afirmó Igor Guzmán, gerente general de la empresa bananera “Ebita”.
Refirió que las empresas y asociaciones bananeras asentadas en el área de influencia de la oficina clausurada recaban semanalmente entre 40 y certificados fitosanitarios para exportar anualmente un promedio de 2 millones de cajas de banano a la Argentina (90 por ciento) y Chile (10 Por ciento).
Las últimas dos semanas, para obtener un certificado de exportación, los técnicos de las empresas Probitrop, Unabana, Ebita y Pebap, tuvieron que viajar, ida y vuelta 120 kilómetros hasta Izarsama, distante a 60 kilómetros al oeste de Chimoré, con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero.
En su criterio, el cierre de la oficina de Chimoré también resulta perjudicial para los técnicos del Senasag, que tienen que viajar las mismas distancias para realizar las inspecciones fitosanitarias en las plantaciones y centros de empaque de las principales empresas exportadoras.
Tras solicitar al Gobierno que reconsidere la medida y reponga los servicios de certificación fitosanitaria en Chimoré, autoridades del Senasag programaron una reunión conciliatoria para el próximo viernes para concertar algún acuerdo que optimice la otorgación de certificados de exportación.
“En nuestro criterio no hay nada que negociar, solo respetar el convenio firmado en octubre del 2007 donde claramente se establece el funcionamiento del centro de Chimoré en forma permanente”, sostuvo.
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