El ajo se encuentra entre los productos bolivianos con gran potencial de exportación. Varios departamentos están involucrados en la producción y es Tarija el que concentra la mayor cantidad de hectáreas de cultivo, un total de 600 de ajo criollo, rosado, rojo y morado. Según la Cámara Agropecuaria de Tarija, existen 415 productores en esa región.
El programa Norexport del Instituto Boliviano de Normalización de la Calidad (Ibnorca) indica que tras un estudio de situación sobre el potencial exportador de Bolivia, priorizó la temática de ajo para ayudar al sector a contar con normas técnicas que permitan evaluar la calidad de los productos y proporcionar las herramientas necesarias para competir en los exigentes mercados internacionales.
Norexport añade que la aplicación de normas de ajo permite a los pequeños productores a estandarizar la producción y mejorar la calidad del producto.
Esteban Miranda, pionero en este cultivo, dice que para obtener ganancias al menos se debe cultivar una hectárea por familia. Señala que uno de los grandes desafíos en la producción de ajo es la falta de agua.
Producción
El ajo tiene tres épocas bien marcadas tanto para la cosecha como para la siembra. La etapa de siembra se realiza entre mayo y junio, mientras la cosecha es efectuada en noviembre y diciembre, proceso en el que participan un centenar de mujeres.
El ajo tarijeño tiene entre sus competidores a China y Argentina, pero la fragancia, el tamaño, el calibre (diámetro del producto), le permitieron lograr excelentes precios en los mercados internacionales. La exportación de ajo de Tarija es cumplida vía aérea.
Beneficios
Negocio
La aplicación de normas de calidad en la producción de ajo evitar que el comprador imponga sus normas en perjuicio del vendedor.
Características
La normatización, dicen los productores, contribuye a uniformar el calibre del ajo y así exportar en mejores condiciones.
El programa Norexport del Instituto Boliviano de Normalización de la Calidad (Ibnorca) indica que tras un estudio de situación sobre el potencial exportador de Bolivia, priorizó la temática de ajo para ayudar al sector a contar con normas técnicas que permitan evaluar la calidad de los productos y proporcionar las herramientas necesarias para competir en los exigentes mercados internacionales.
Norexport añade que la aplicación de normas de ajo permite a los pequeños productores a estandarizar la producción y mejorar la calidad del producto.
Esteban Miranda, pionero en este cultivo, dice que para obtener ganancias al menos se debe cultivar una hectárea por familia. Señala que uno de los grandes desafíos en la producción de ajo es la falta de agua.
Producción
El ajo tiene tres épocas bien marcadas tanto para la cosecha como para la siembra. La etapa de siembra se realiza entre mayo y junio, mientras la cosecha es efectuada en noviembre y diciembre, proceso en el que participan un centenar de mujeres.
El ajo tarijeño tiene entre sus competidores a China y Argentina, pero la fragancia, el tamaño, el calibre (diámetro del producto), le permitieron lograr excelentes precios en los mercados internacionales. La exportación de ajo de Tarija es cumplida vía aérea.
Beneficios
Negocio
La aplicación de normas de calidad en la producción de ajo evitar que el comprador imponga sus normas en perjuicio del vendedor.
Características
La normatización, dicen los productores, contribuye a uniformar el calibre del ajo y así exportar en mejores condiciones.
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