Los sistemas de pequeños productores de Chuquisaca y de otros departamentos del país mejoran gradualmente con la introducción de tecnología e innovación en el área rural. “Se han validado al menos 20 tecnologías e innovaciones en los diferentes eslabones de la cadena: cuencas, riego, producción, comercialización”, informa a CAPITALES Jorge Ramírez Mattos, responsable de la oficina de la Cooperación Alemana GIZ (ex GTZ) en Chuquisaca y Potosí.
Este es el resultado general de los últimos tres años de trabajo de las cooperaciones alemana y sueca, con la contraparte del Gobierno boliviano, en nuestro departamento.
Para conocer los avances del “GIZ Programa de Desarrollo Agropecuario Sustentable (junio 2014-noviembre 2017)”, CAPITALES buscó a Ramírez Mattos quien, además de responsable de la GIZ en Chuquisaca y Potosí, es asesor principal del Proceso de Poscosecha, Transformación y Comercialización en PROAGRO GIZ.
A continuación, presentamos la primera parte de la entrevista con este joven administrador de empresas e ingeniero comercial sucrense que tiene dos maestrías, una en Gestión de Administración de Recursos Humanos y otra en Planificación Estratégica. El próximo martes, se referirá al grado de afectación del cambio climático en los productores del agro.
El programa
De inicio, Ramírez aclara que para este programa se fijaron el objetivo de incrementar la resiliencia de sistemas productivos de pequeños productores, con un enfoque relacionado a la adaptación al cambio climático. La GIZ trabaja hace 10 años con diferentes programas en el país y hace aproximadamente tres en Chuquisaca.
El programa de desarrollo agropecuario cuenta con seis componentes: Gestión integral de recursos hídricos y otros recursos naturales relevantes para la agricultura, en cuencas hidrográficas; Uso eficiente del agua en riego, desde su captación, almacenamiento, hasta la parcela; Producción de frutas y hortalizas bajo riego; Poscosecha, transformación y comercialización de frutas y hortalizas; Riego familiar; y, por último, Formación continua.
Feria con Ciencias Agrarias
“Todo transversalizado por el enfoque de cambio climático, género e interculturalidad”, agrega el Responsable de la GIZ. Ya en la etapa final, están transfiriendo toda la experiencia acumulada y validada, por ejemplo, con ferias articuladas a los programas de las contrapartes nacionales, junto con gobernaciones, municipios y, últimamente, universidades”, precisa Ramírez.
A propósito, la semana pasada la GIZ apoyó la Feria Tecnológica organizada en Yotala por el Instituto de Desarrollo Rural Integral (IDRI), dependiente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad San Francisco Xavier. “La idea es mostrar todas las innovaciones y tecnologías que ayudan a hacer que los pequeños productores tengan mejoras en su producción”, complementa el entrevistado.
Entre esas mejoras destacan la eficiencia del riego; el experto recuerda que el acceso al agua es un elemento clave para tener una producción sostenible. “En muchos casos todavía no se habla de riego tecnificado. Siendo optimistas, a nivel país, tal vez el 25% de la producción está tecnificada en Bolivia, eso significa que el 75% todavía depende de la lluvia, es decir, su producción es asecana”.
Mejora de rendimientos
Trabajando con hortalizas (zanahoria, cebolla, tomate y papa) y frutales (manzana, chirimoya y durazno), no solo lograron una optimización de los rendimientos de la producción sino que promovieron el intercambio de experiencias. Esto ocurrió en Potosí, Cochabamba, Santa Cruz y Chuquisaca; en este último caso, con el durazno.
Tal relacionamiento permitió que productores y técnicos de distintos departamentos compartieran sus tecnologías y estrategias.
Solo en cuanto a la mejora de rendimiento, se han introducido tecnologías e innovaciones tales como quiebra de normancia, fertilización del suelo, poda, manejo integral de plagas, arqueado de ramas, altas densidades, riego por goteo, polinización y otras.
Al menos 20 innovaciones
“Se han validado al menos 20 tecnologías e innovaciones en los diferentes eslabones de la cadena: cuencas, riego, producción, comercialización”, detalla Ramírez a CAPITALES.
Una de ellas es la de la mecanización para el pequeño productor, qué significa tener o no tener la tecnología, explica el Responsable de la GIZ, que puso de ejemplo a los ‘motocultores’ (pequeños tractores especiales para parcelas reducidas, es decir, útiles para la mayoría de los productores de Chuquisaca y Potosí).
“¿Cómo sabemos que funcionan? Porque los productores directamente los están comprando. Nosotros los hemos probado, validado y visto que por el tema de costos son interesantes”, enfatiza él.
“No necesariamente significa que se hayan descubierto estas tecnologías e innovaciones, significa que no se han introducido todavía al área rural”, informa Ramírez. ¿Por qué no se usa en el campo? “Normalmente por falta de conocimiento, o porque la gente no se anima a hacer cosas que no conoce”, responde el profesional chuquisaqueño.
Además de esta tecnología, hay otras que ya se están introduciendo en el departamento y a las que el especialista se referirá en detalle el próximo martes. También proporcionará a CAPITLES un detalle del éxito de los indicadores alcanzados en cuanto a rendimiento e ingresos de los productores.
El “GIZ Programa de Desarrollo Agropecuario Sustentable” funciona con recursos de la Cooperación alemana, la Cooperación sueca y el Gobierno boliviano, articulados con dos contrapartes nacionales: los ministerios de Desarrollo Rural y Tierras y de Medioambiente y Agua, otros dos viceministerios, más gobernaciones y municipios de los lugares involucrados.
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