Productores afirmaron que en el mercado interno existe una sobreoferta de arroz por la importación que hizo el Gobierno en 2008 y el contrabando, lo que ocasionó una caída del precio del alimento.
El director ejecutivo de Insumos Bolivia, Óscar Sandy, informó que en marzo de 2008 concluyó el contrato de importación con la empresa argentina Merecido y en septiembre llega al país la última provisión.
En total ingresaron 7.361 toneladas entre diciembre de 2007 y mayo de 2008, pero la comercialización del producto terminó entre marzo y abril de este año y no se importó más.
Datos de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca) revelan que en la campaña 2008-2009 se sembraron 100.000 hectáreas de arroz que generaron una cosecha de 300.000 toneladas.
Sin embargo, al menos el 40 por ciento aún se encuentra en almacenes sin poder venderse porque la demanda fue copada por arroz paraguayo y argentino de contrabando y la oferta de Insumos Bolivia con subvención.
Esta entidad es la encargada de monetizar las donaciones y apoyar en la importación y exportación de bienes y productos de alto impacto para la producción y la población y también es responsable de su venta.
El presidente de Fenca, Luis Vásquez Ramírez, afirmó que la demanda interna del cereal llega a 350.000 toneladas que la producción nacional puede cubrir casi en su totalidad.
Vásquez aseguró que Insumos Bolivia incluso tiene en almacenes arroz que intenta distribuir a organismos del Estado, como la Policía, pero no supo precisar cuánto ni dónde está el grano.
Sandy subrayó que la venta del producto acabó ya.
Recordó que por efectos del fenómeno de El Niño la oferta nacional bajó y el precio subió, situación que obligó al Estado a abastecer el mercado con las importaciones.
Según Vásquez, otro problema que generó la sobreoferta es la caída del precio en 36 por ciento, nivel que ya no es rentable para el productor.
En las zonas productivas el quintal del grano se vende en 110 bolivianos, el de menor calidad, y 170 bolivianos, el mejor.
El costo más bajo del quintal en los mercados de La Paz fluctúa entre 200 y 220 bolivianos, y entre 180 y 190 en Santa Cruz.
Vásquez agregó que en campañas anteriores la fanega (dos quintales y medio de arroz) se llegó a comercializar en 50 dólares, lo que permitía acomodar la tonelada en 280 dólares.
Sin embargo, señaló que el precio de equilibrio debería alcanzar 35 dólares la fanega, del que se podría obtener 196 dólares por tonelada.
Para el representante de los productores, el valor de venta actual no genera ganancias porque la inversión en insumos se duplicó. Por ejemplo, la semilla pasó de 350 dólares la tonelada a 500 dólares.
Sandy informó de una primera reunión celebrada con el sector, al que le pidió detalles de sus requerimientos.
Vásquez identificó cuatro obstáculos a la producción de arroz: el desincentivo que generó la importación, sumado a la falta de acciones para evitar el contrabando, de créditos que se adaptaran a la necesidad de los productores y de caminos adecuados para sacar el grano desde los centros productivos, lo cual generó la pérdida de cosechas porque el cereal permaneció demasiado tiempo en ambientes húmedos.
Insumos Bolivia, además de arroz, importó harina para distribuirla entre los panaderos con el objetivo de que la unidad de pan mantuviera su precio.
Algunos datos
Según la Federación Nacional de Cooperativas de Arroz, la producción creció hasta 2006.
Con la importación hubo un desincentivo a la producción, que pasó de 500.000 t a 300.000 t.
El Decreto Supremo 29327 eliminó el arancel a la importación del alimento.
La norma 29460, de 2008, prohibió las exportaciones, que sumaban 7.000 toneladas.
El director ejecutivo de Insumos Bolivia, Óscar Sandy, informó que en marzo de 2008 concluyó el contrato de importación con la empresa argentina Merecido y en septiembre llega al país la última provisión.
En total ingresaron 7.361 toneladas entre diciembre de 2007 y mayo de 2008, pero la comercialización del producto terminó entre marzo y abril de este año y no se importó más.
Datos de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca) revelan que en la campaña 2008-2009 se sembraron 100.000 hectáreas de arroz que generaron una cosecha de 300.000 toneladas.
Sin embargo, al menos el 40 por ciento aún se encuentra en almacenes sin poder venderse porque la demanda fue copada por arroz paraguayo y argentino de contrabando y la oferta de Insumos Bolivia con subvención.
Esta entidad es la encargada de monetizar las donaciones y apoyar en la importación y exportación de bienes y productos de alto impacto para la producción y la población y también es responsable de su venta.
El presidente de Fenca, Luis Vásquez Ramírez, afirmó que la demanda interna del cereal llega a 350.000 toneladas que la producción nacional puede cubrir casi en su totalidad.
Vásquez aseguró que Insumos Bolivia incluso tiene en almacenes arroz que intenta distribuir a organismos del Estado, como la Policía, pero no supo precisar cuánto ni dónde está el grano.
Sandy subrayó que la venta del producto acabó ya.
Recordó que por efectos del fenómeno de El Niño la oferta nacional bajó y el precio subió, situación que obligó al Estado a abastecer el mercado con las importaciones.
Según Vásquez, otro problema que generó la sobreoferta es la caída del precio en 36 por ciento, nivel que ya no es rentable para el productor.
En las zonas productivas el quintal del grano se vende en 110 bolivianos, el de menor calidad, y 170 bolivianos, el mejor.
El costo más bajo del quintal en los mercados de La Paz fluctúa entre 200 y 220 bolivianos, y entre 180 y 190 en Santa Cruz.
Vásquez agregó que en campañas anteriores la fanega (dos quintales y medio de arroz) se llegó a comercializar en 50 dólares, lo que permitía acomodar la tonelada en 280 dólares.
Sin embargo, señaló que el precio de equilibrio debería alcanzar 35 dólares la fanega, del que se podría obtener 196 dólares por tonelada.
Para el representante de los productores, el valor de venta actual no genera ganancias porque la inversión en insumos se duplicó. Por ejemplo, la semilla pasó de 350 dólares la tonelada a 500 dólares.
Sandy informó de una primera reunión celebrada con el sector, al que le pidió detalles de sus requerimientos.
Vásquez identificó cuatro obstáculos a la producción de arroz: el desincentivo que generó la importación, sumado a la falta de acciones para evitar el contrabando, de créditos que se adaptaran a la necesidad de los productores y de caminos adecuados para sacar el grano desde los centros productivos, lo cual generó la pérdida de cosechas porque el cereal permaneció demasiado tiempo en ambientes húmedos.
Insumos Bolivia, además de arroz, importó harina para distribuirla entre los panaderos con el objetivo de que la unidad de pan mantuviera su precio.
Algunos datos
Según la Federación Nacional de Cooperativas de Arroz, la producción creció hasta 2006.
Con la importación hubo un desincentivo a la producción, que pasó de 500.000 t a 300.000 t.
El Decreto Supremo 29327 eliminó el arancel a la importación del alimento.
La norma 29460, de 2008, prohibió las exportaciones, que sumaban 7.000 toneladas.
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