viernes, 25 de septiembre de 2009
Milluni sufre por una intensa sequía
Los comunarios de Milluni ven con ironía cómo las aguas que salen de las vertientes de su territorio, a los pies del nevado Huayna Potosí, sirven para el abastecimiento de la ciudad de La Paz, mientras ellos enfrentan la peor sequía de su historia, con la pérdida de sus ganados y productos agrícolas.
Milluni Bajo, Alto Milluni e Ingenio son parte del Distrito rural 13 del municipio de El Alto. No tienen alcantarillado, reciben agua potable por cisterna una vez a la semana y sólo cuentan con un presupuesto anual inferior a un millón de bolivianos, declaró el subalcalde Manuel Mamani Condori.
La situación del ganado camélido, ovino y vacuno es “dramática”, explica el jilacata de la comunidad Ingenio, Isidro Uraquni. Los animales deben ser pastoreados por largas distancias para llegar a las pocas fuentes del líquido elemento, en un territorio de más de 100 hectáreas.
En un recorrido realizado por La Razón se observó que una de las pocas fuentes de abastecimiento es una pequeña laguna llamada por los comunarios lago Killuani. Sin embargo, la misma tiene una apariencia de pantano. El barro llega hasta la mitad del cuerpo de las llamas y alpacas. Los animales, al entrar, encuentran como única fuente de
alimento la totora y agua contaminada con sus mismas heces. Al otro lado de la laguna se encuentra un dique que antes era alimentado por el Río Seco. El mismo tiene un tamaño similar al de 10 canchas de fútbol y se ha convertido en un sitio totalmente árido y desierto.
Los comunarios señalan que las aguas, que se secaron hace tres años, servían para la provisión de agua dulce a las personas y distintos tipos de ganado.
Mario Santos, un pastor de camélidos y ovinos, comentó que de su ganado de 120 camélidos, tuvo que dejar en su propiedad a una veintena porque “están enfermos y muy flacos”, producto de la falta de alimento y el agua insana que consumen.
El secretario de ganadería del distrito, Félix Velasco, dijo que los animales adolecen de enfermedades provocadas por parásitos que, con el tiempo, les provocan la muerte.
Añade que “el campo está lleno de paja brava y ya no existe forraje, que sirve de alimento para los animales”. Las áreas agrícolas de la zona también están afectadas. El dirigente afirmó que para esta gestión se esperaba la nevada, pero, a diferencia de otros años, no cayó, poniendo en riesgo los cultivos de papa.
La falta de provisión para el consumo humano es el segundo gran problema que afecta a más de 2.000 familias. “Los pozos están secos y la población sólo se abastece con el paso de una cisterna”, acotó Uraquni.
Las comunidades carecen de la instalación de servicios básicos y en algunos casos se proveen de pequeños estanques, cuya agua, que es acumulada por lluvias esporádicas, es filtrada y hervida para su consumo.
Distrito 13
El más grande • El distrito rural 13 es el más extenso del municipio de El Alto. Comprende desde Villa Cooperativa, al noroeste de la ciudad, hasta las faldas del nevado Huayna Potosí. Milluni está a 15 kilómetros de la Ceja.
Servicios básicos • La zona carece de agua potable y alcantarillado. Las viviendas son precarias y algunas tienen pozos que están secos. Carece de alumbrado público.
Piden construcción de canales
Las comunidades de Milluni que conforman el Distrito 13 de El Alto exigen a las autoridades del Gobierno y la Alcaldía la elaboración de un proyecto conjunto que les permita canalizar las vertientes de la parte alta para el riego, a fin de beneficiar a la agricultura y ganadería, que en la actualidad son afectadas por la sequía, señaló el jilacata de Ingenio, Isidro Uraquni.
Las vertientes alimentan un estanque que abastece de agua potable a la ciudad de El Alto y los lavaderos de arena ubicados en la zona de Pura Pura.
El subalcalde Manuel Mamani dijo que se tiene que elaborar, hasta fin de año, un macroproyecto y solicitar una mayor asignación de recursos para bene- ficiar a las tres comunidades.
El Consejo de Autoridades Comunitarias, conformado por tres jilacatas y representantes, definió que al menos cada comunidad requiere de una inversión mínima de un millón de dólares.
Según Uraquni, en la zona existe un “gran potencial” para la producción de camélidos y ovinos. La carne de llama es apreciada por su calidad. También se importaron ovejas de cara negra cuya lana tiene mayor valor.
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