Al menos 223 familias de cuatro comunidades de Sapahaqui, en la provincia Loayza, perdieron la cosecha de sus plantaciones de damasco, debido a una inusual granizada caída este mes.
Los campesinos aseguran que este fenómeno es producto del cambio climático.
El fenómeno, según un boletín de la Prefectura de La Paz, causó que las más ricas y grandes frutas de la variedad damasco fueran destruidas a sólo dos meses de la primera cosecha. En una visita al lugar se evidenció que sólo quedaron las ramas.
La demanda
Los productores de damasco esperan que para diciembre, mes de la segunda cosecha, se reponga la producción en las comunidades de Amayaguaya, Tarquiamaya, La Unión y Taka.
Agustino Vichilli, mallku mayor de Amallaguaya, aseguró que es la primera vez en la historia de esta región que cae una granizada en septiembre.
“No hemos podido despejar el cielo con dinamita ni con petardos, ha caído nomás y perdimos toda la cosecha”.
En la región sólo esperan que no se produzcan otros desastres naturales y arguyen que esto se debe al cambio climático que afecta al planeta y se hace más evidente en países como el nuestro, donde una granizada o sequía afecta a la economía de muchas familias.
Víctor Quispe, uno de los productores de Amayaguaya, explicó que el damasco es una de las frutas de mayor cuidado en la región, “Cuidamos los frutos, todo el día, de los pájaros; tenemos que poner latas para ahuyentarlos”.
Los campesinos aseguran que este fenómeno es producto del cambio climático.
El fenómeno, según un boletín de la Prefectura de La Paz, causó que las más ricas y grandes frutas de la variedad damasco fueran destruidas a sólo dos meses de la primera cosecha. En una visita al lugar se evidenció que sólo quedaron las ramas.
La demanda
Los productores de damasco esperan que para diciembre, mes de la segunda cosecha, se reponga la producción en las comunidades de Amayaguaya, Tarquiamaya, La Unión y Taka.
Agustino Vichilli, mallku mayor de Amallaguaya, aseguró que es la primera vez en la historia de esta región que cae una granizada en septiembre.
“No hemos podido despejar el cielo con dinamita ni con petardos, ha caído nomás y perdimos toda la cosecha”.
En la región sólo esperan que no se produzcan otros desastres naturales y arguyen que esto se debe al cambio climático que afecta al planeta y se hace más evidente en países como el nuestro, donde una granizada o sequía afecta a la economía de muchas familias.
Víctor Quispe, uno de los productores de Amayaguaya, explicó que el damasco es una de las frutas de mayor cuidado en la región, “Cuidamos los frutos, todo el día, de los pájaros; tenemos que poner latas para ahuyentarlos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario