A raíz del veto del Gobierno para exportar aceite de soya y girasol refinado y crudo, el prefecto del departamento, Rubén Costas, convocó hoy a los representantes de la industria aceitera, los exportadores, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Cámara de Transporte del Oriente (CTO), la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), a la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (Fepsc) y la Central Obrera Departamental (COD) a sellar un gran pacto de unidad y de forma inmediata emitir una resolución expresa que contemple el reinicio de las exportaciones de aceite. En la oportunidad, se presentará al Consejo Departamental de Comercio Exterior y Exportaciones.
Fuentes del sector agropecuario adelantaron que, debido a la irresponsabilidad del Poder Ejecutivo en dejar que colapse la cadena productiva, los sectores decidieron recurrir a la primera autoridad política del departamento para buscar una salida al asunto.
“Los cruceños hemos votado por el Sí a la autonomía y creemos que en ese sentido se deben adoptar las primeras decisiones para no dejar que muera la industria y se incremente el desempleo. Requerimos de toda la fuerza política de nuestro gobierno departamental para que, a través de su estructura administrativa, impulse el proceso exportador, por ello esperamos la aprobación de una medida contundente que permita reactivar al sector”, dijo una alta fuente de la CAO.
Por su lado, los agroindustriales y los exportadores optaron por no emitir comentarios; sin embargo, esperan que el lanzamiento de la normativa pueda dar solución al problema. Cabe recordar que desde el pasado 19 de marzo el Gobierno prohibió la exportación de aceites en el país.
Los empresarios hacen énfasis en que si el Gobierno sigue impidiendo a las aceiteras exportar su producción, el tema debe ser resuelto por la Prefectura, con ayuda de instituciones y población.
Al respecto, en la Prefectura se informó de que hoy darán a conocer detalles de la normativa y que se trata de medidas coyunturales que permitirán a la industria aceitera acceder a los mercados de la CAN. “Es una normativa que contempla una nueva estructura administrativa y jurídica para apoyar las exportaciones, principalmente a la CAN”, señaló una fuente de la Prefectura.
La respuesta no se dejó esperar en el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, que aclaró a las autoridades y a los productores que el único autorizado para ordenar el reinicio de las exportaciones es esa entidad y que el Gobierno disponga la suspensión de los decretos.
La medida ha perforado principalmente la economía de las aceiteras IOL, Gravetal y Fino, que dejaron de exportar sus productos. Datos de la Cadex señalan que el límite de las operaciones de las empresas es hasta el próximo miércoles y que las pérdidas ascienden a más de $us 200 millones.
Sobre el particular, el gerente de la Cadex, Oswaldo Barriga, dijo que la mayoría de las empresas de los mercados de la CAN expresaron su preocupación por no haberse reiniciado las exportaciones, por lo cual ya prevén comprar esos productos a otros países. En la Secretaría de la CAN, con sede en Lima, se indicó que no han recibido notas de los países. Mientras, la Confederación Nacional de Empresas Privadas de Perú está preocupada por el tema.
Sugieren sembrar más sorgo y trigo
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), a través de su vicepresidente, Demetrio Pérez, informó de que las industrias aceiteras sólo se limitan a pagar algunos anticipos por la producción vendida, lo cual impactará en el corto plazo en la siembra de invierno. Ante esa situación, el sector sugirió como alternativa a los hombres de campo dedicarse a campos alternativos, entre ellos el sorgo, el trigo y el maíz.
“Es un gran daño para los pequeños productores, aquí no se puede pedir ni un crédito, por lo tanto, la siembra de soya peligra. No obstante, varios de nuestros afiliados decidieron dejar de sembrar soya y se están dedicando al sorgo, trigo y al maíz, porque son productos que tienen buenos precios en el mercado internacional”, indicó Pérez.
Datos de la institución señalaron que los silos de las diferentes empresas aceiteras se encuentran al tope de su capacidad, por lo que a partir de mañana dejarán de acopiar granos. En la fábrica IOL se indicó que aún trabajan con cierta normalidad.
A estos problemas se suma la escasez de diésel registrada en algunas poblaciones de Santa Cruz, lo que amenaza a la cosecha de alimentos, como soya, maíz, arroz y otros productos, cuyas pérdidas se calculan en miles de toneladas, informó a la agencia gubernamental ABI el presidente de Anapo, Reynaldo Díaz.
Según el ejecutivo, también se encuentran en riesgo la siembra de invierno que comenzó entre abril y mayo de este año, referido a 320.000 hectáreas de girasol y 67.000 hectáreas de trigo. Según el directivo, los lugares donde se registra la escasez de diésel son Portachuelo, Minero, Yapacaní, Chané, San Pedro, Hardeman y Montero.
Fuentes del sector agropecuario adelantaron que, debido a la irresponsabilidad del Poder Ejecutivo en dejar que colapse la cadena productiva, los sectores decidieron recurrir a la primera autoridad política del departamento para buscar una salida al asunto.
“Los cruceños hemos votado por el Sí a la autonomía y creemos que en ese sentido se deben adoptar las primeras decisiones para no dejar que muera la industria y se incremente el desempleo. Requerimos de toda la fuerza política de nuestro gobierno departamental para que, a través de su estructura administrativa, impulse el proceso exportador, por ello esperamos la aprobación de una medida contundente que permita reactivar al sector”, dijo una alta fuente de la CAO.
Por su lado, los agroindustriales y los exportadores optaron por no emitir comentarios; sin embargo, esperan que el lanzamiento de la normativa pueda dar solución al problema. Cabe recordar que desde el pasado 19 de marzo el Gobierno prohibió la exportación de aceites en el país.
Los empresarios hacen énfasis en que si el Gobierno sigue impidiendo a las aceiteras exportar su producción, el tema debe ser resuelto por la Prefectura, con ayuda de instituciones y población.
Al respecto, en la Prefectura se informó de que hoy darán a conocer detalles de la normativa y que se trata de medidas coyunturales que permitirán a la industria aceitera acceder a los mercados de la CAN. “Es una normativa que contempla una nueva estructura administrativa y jurídica para apoyar las exportaciones, principalmente a la CAN”, señaló una fuente de la Prefectura.
La respuesta no se dejó esperar en el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, que aclaró a las autoridades y a los productores que el único autorizado para ordenar el reinicio de las exportaciones es esa entidad y que el Gobierno disponga la suspensión de los decretos.
La medida ha perforado principalmente la economía de las aceiteras IOL, Gravetal y Fino, que dejaron de exportar sus productos. Datos de la Cadex señalan que el límite de las operaciones de las empresas es hasta el próximo miércoles y que las pérdidas ascienden a más de $us 200 millones.
Sobre el particular, el gerente de la Cadex, Oswaldo Barriga, dijo que la mayoría de las empresas de los mercados de la CAN expresaron su preocupación por no haberse reiniciado las exportaciones, por lo cual ya prevén comprar esos productos a otros países. En la Secretaría de la CAN, con sede en Lima, se indicó que no han recibido notas de los países. Mientras, la Confederación Nacional de Empresas Privadas de Perú está preocupada por el tema.
Sugieren sembrar más sorgo y trigo
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), a través de su vicepresidente, Demetrio Pérez, informó de que las industrias aceiteras sólo se limitan a pagar algunos anticipos por la producción vendida, lo cual impactará en el corto plazo en la siembra de invierno. Ante esa situación, el sector sugirió como alternativa a los hombres de campo dedicarse a campos alternativos, entre ellos el sorgo, el trigo y el maíz.
“Es un gran daño para los pequeños productores, aquí no se puede pedir ni un crédito, por lo tanto, la siembra de soya peligra. No obstante, varios de nuestros afiliados decidieron dejar de sembrar soya y se están dedicando al sorgo, trigo y al maíz, porque son productos que tienen buenos precios en el mercado internacional”, indicó Pérez.
Datos de la institución señalaron que los silos de las diferentes empresas aceiteras se encuentran al tope de su capacidad, por lo que a partir de mañana dejarán de acopiar granos. En la fábrica IOL se indicó que aún trabajan con cierta normalidad.
A estos problemas se suma la escasez de diésel registrada en algunas poblaciones de Santa Cruz, lo que amenaza a la cosecha de alimentos, como soya, maíz, arroz y otros productos, cuyas pérdidas se calculan en miles de toneladas, informó a la agencia gubernamental ABI el presidente de Anapo, Reynaldo Díaz.
Según el ejecutivo, también se encuentran en riesgo la siembra de invierno que comenzó entre abril y mayo de este año, referido a 320.000 hectáreas de girasol y 67.000 hectáreas de trigo. Según el directivo, los lugares donde se registra la escasez de diésel son Portachuelo, Minero, Yapacaní, Chané, San Pedro, Hardeman y Montero.
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