La firma de tratados de Libre Comercio (TLC) de Perú y Colombia con Estados Unidos, la baja competitividad frente a Argentina y Brasil y la falta de incentivos para subir la demanda del mercado interno amenazan la producción de soya e impiden que se alcance una mejor posición entre los productores de la región.
Así se deduce del estudio “Promesas y peligros de la liberalización del comercio agrícola, lecciones desde América”, elaborado por Mamerto Pérez, Sergio Schlesinger y Timothy A. Wise y presentado el 17 de junio de este año, y del criterio de asociaciones productoras y exportadoras del sector.
En el capítulo “Las promesas: el boom de la soya sudamericana”, los autores señalan que entre 1985 y 1992 se dio el mayor desarrollo de la soya en el país.
Bolivia es el octavo productor mundial y en la región ocupa el cuarto lugar, de acuerdo con los datos oficiales de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo).
Pero las cifras muestran que la producción se ha desacelerado en su crecimiento anual. Por ejemplo, en las campañas de verano entre 2003 y 2007 se obtuvo una producción promedio de 1,2 toneladas. El año pasado la oferta bajó a 836.700 toneladas, tras haberse cultivado 428.000 hectáreas.
En la campaña de verano 2008-2009 se alcanzó una producción de 1.243.953 toneladas en 691.085 hectáreas (ver apoyo). A pesar de que hay un alza del 49 por ciento, el rendimiento se redujo por hectárea, pues ahora se obtuvieron por hectárea 1,8 toneladas, mientras que en el verano anterior el rendimiento era de1,95 toneladas.
El asesor de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) Luis Baldomar explicó que, a pesar de la reducción observada, para este invierno se proyecta subir la superficie cultivada y, en consecuencia, el volumen de grano.
El presidente de la Anapo, Demetrio Pérez, explicó que esto será posible en virtud de que muchos productores abandonaron la siembra de maíz y retornaron a los cultivos de soya porque “hay mucha expectativa con los precios actuales de la soya”.
Según la CAO, el precio agroindustrial pagado en las plantas por tonelada de grano de soya fue de 350 dólares, a diferencia de la anterior campaña de invierno, cuando se cotizó hasta en 275 dólares, y de la de verano, con un máximo de 420 dólares.
La proyección en cultivos es de 300.000 hectáreas y se aguarda un rendimiento de al menos dos toneladas por hectárea, que darán un total de 600.000 toneladas. El año pasado, en invierno se sembraron 195.000 hectáreas y se recogieron 409.000 toneladas.
En Sudamérica, los mayores productores son Brasil, el segundo en el mundo con 59 millones de toneladas; detrás se encuentra Argentina, con 50,5 millones de toneladas, y en sexto lugar está Paraguay, con 6,5 millones de toneladas cosechadas en 2008. Bolivia produce 1,65 millones de toneladas.
De acuerdo con el estudio, el periodo de auge tuvo algunas particularidades respecto de los otros países, situación que no cambió, según los productores y exportadores.
Por ejemplo, el documento señala que la producción nacional se exporta en su mayor parte a los países miembros de la Comunidad Andina (CAN), es decir, Perú y Colombia y en este tiempo también Venezuela. El 75 por ciento de la producción se destinaba a estos países.
Este acuerdo le daba la ventaja de tener un producto 20 por ciento más barato que el resto por el arancel impositivo que no pagaba. Entonces, “si la protección de la CAN es reducida o cancelada, Bolivia perdería prácticamente su único mercado para la soya”. Ante la firma de los TLC de Perú y Colombia con Estados Unidos, este peligro se hace latente.
Para el presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Ramiro Monje, el mercado colombiano corre mayor peligro que el peruano, porque en relación con este último rigen acuerdos bilaterales que le permiten al país mantener ventajas aduaneras que preservarán sus ventas.
Con Colombia, a pesar de que no se tiene mucho comercio, se pierde competitividad, pues los precios de transporte y logística de exportación son muy caros.
Según el analista Julio Alvarado, con Perú el peligro está en el largo plazo, porque incluyó en su Tratado de Libre Comercio un lapso de diez años antes de abrir sus puertas a las oleaginosas del norte. Contrariamente, Colombia no incluye este término. Con este panorama, el país deberá competir con Estados Unidos, el primer productor mundial de soya (datos que recoge la Anapo muestran que en 2008 cosechó 79,49 millones de toneladas).
Pérez dijo que el 80 por ciento de la producción nacional se exporta y el 20 por ciento se destina al mercado interno.
Aparte del grano, también se comercia con torta de soya, aceite y harina, que se vendía primero a Venezuela, luego a Colombia, Perú y otros países. En 2007 se vendió en oleaginosas (soya, girasol y sus derivados) 1,5 millones de toneladas y en 2008 la cifra llegó a 1,2 millones, es decir, 15,7 por ciento menos. Sin embargo, gracias a los altos precios internacionales, en valor hubo un crecimiento del 34,4 por ciento que significó 657 millones de dólares. Esta caída en volumen se debe en parte a que el Poder Ejecutivo, mediante un decreto supremo promulgado el 19 de marzo de 2008, prohibió las exportaciones de aceite de soya bajo el criterio de protección de la alimentación interna.
Después de un mes, el 18 de abril, con el Decreto 29524 autorizó la venta al exterior, previa verificación de suficiencia de abastecimiento en el mercado interno a precio justo. Aun así, la Cadex denunció demora y que no se puede exportar normalmente. Sin embargo, la soya y sus derivados no serían aún competitivos frente a la producción de los dos grandes de la región, Brasil y Argentina.
Así lo reconoce Pérez, para quien se necesita mejorar la tecnología y hacer investigación que permita contar con mejores y nuevas semillas, pero admite que se debe trabajar en la calidad.
La otra posibilidad es el mercado interno, que consume la quinta parte de lo que se produce.
En criterio de Pérez, por eso se propuso al Gobierno el uso del grano en el desayuno escolar y la alimentación de las Fuerzas Armadas, en virtud de su alto valor nutritivo y bajo costo.
Productores necesitan rutas en mejor estado
Para las dos organizaciones más importantes de productores de granos, las rutas del norte del departamento de Santa Cruz no ofrecen las condiciones suficientes para sacar las cosechas de soya, maíz, trigo, sorgo y arroz.
El presidente la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Demetrio Pérez, aseguró que el estado de las carreteras es un problema en la zona que aumenta los costos de la producción y se convierte en un factor más para restarle competitividad al rubro agricultor cruceño.
El asesor de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) Luis Baldomar coincidió en ese criterio.
En una visita al municipio de San Pedro, en el norte cruceño, en abril, cuando aún no iniciaba la cosecha, La Prensa verificó que las carreteras vecinales próximas a Montero son de tierra. Los productores del lugar explicaron que, como es una arenilla muy inestable, cuando llueve el lugar se vuelve intransitable, a tal punto que muchas veces los camiones quedan atascados y no se los puede sacar hasta que el suelo seque un poco.
Por el contrario, cuando falta agua, la tierra se reseca y con el suelo inestable tampoco se puede sacar mucha carga en un camión.
Según la memoria anual 2008 de la Anapo, en enero del año pasado se volvió a formar el Comité Impulsor de Caminos Chané-Colonia Piraí a solicitud de los comunarios y agricultores de la zona norte cruceña, la región de cultivo de granos.
Esta organización y la Anapo consiguieron de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) un financiamiento de 900.000 bolivianos para trabajos de emergencia en el tramo Aguaí-San Pedro, a cargo del Servicio Departamental de Caminos (Sepcam).
La segunda vía fue San Pedro-Colonia Piraí, a cargo de la empresa Sudamericana y que en la actualidad es asfaltado con un presupuesto de 900.000 bolivianos.
Otras vías que requieren constante mantenimiento son San Pedro-Nueva Toledo, Aguaí-Limoncito, Chané-Puerto Frerking y Colonia Piraí-Peta Grande.
Otras obras de infraestructura también se desarrollan en relación con el Río Grande, el más caudaloso del norte de Santa Cruz.
El agro y Gobierno se acercan
Después de tres reuniones celebradas en tres meses, el Gobierno y los productores de oleaginosas (soya, sorgo, maíz, trigo) dicen que hay resultados positivos que permitirán mejorar las condiciones productivas del sector. El Órgano Ejecutivo terminará para el martes el levantamiento de producción de soya de verano en los silos de Santa Cruz para establecer las cantidades de exportación.
El asesor de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) Luis Baldomar explicó que se abrieron cuatro mesas de diálogo en las que se tratan principalmente el saneamiento de tierras, los mercados de exportación y el acceso a los créditos.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Demetrio Pérez, señaló que el primer acuerdo, logrado el miércoles en Cochabamba, consiste en avanzar más rápidamente en el saneamiento de tierras en el norte de Santa Cruz.
Según El Deber, aún faltan tres polígonos, el 100, 101 y 102, en la provincia Obispo Santistevan, que aún se trabajan en la titulación que beneficiará a más de 900 pequeños productores.
Entre el 16 y 17 de junio recientes, el Ejecutivo se reunió con la Anapo, la Confederación de Agricultores y Ganaderos (Confeagro) y el sector forestal en la ciudad de Cochabamba. El 1 de junio, cuando se encontró en Santa Cruz con los mismos gremios, emitió una resolución biministerial y un decreto supremo que reducen el trámite para las exportaciones a nueve días.
Otro de los alcances logrados en el primer encuentro, en La Paz en mayo, fue el compromiso del Gobierno sobre el abastecimiento de diésel para la época de cosecha, ya concluida.
Baldomar señaló también que ahora se trabaja en las líneas de crédito para llegar a cuerdos con el Estado y la banca sobre mejores condiciones para acceder al dinero disponible.
Más datos del estudio
El boom del complejo soyero nacional ocurrió entre los años 1985 y 1992.
La base de su desarrollo es la gran propiedad, aunque la mayoría son pequeños productores.
Esta gran producción se concentra en extranjeros, particularmente brasileños.
Otra parte se concentra en los menonitas y los japoneses asentados en el oriente del país.
Producción de soya
La Anapo agrupa a 14.000 productores de grano, de los que el 80 por ciento son pequeños.
El cultivo de soya es el más importante para Santa Cruz como generador de empleos.
Los cultivos fueron dañados en dos años continuos por el desborde de los cauces de ríos.
Evolución del cultivo en verano
Año Superficie Producción Rendimiento Precio
(hectáreas) t métricas tm/ha $us/tm
99/00 491.500 995.500 2,03 145-165 00/01 490.500 868.000 1,77 135-145
01/02 484.000 900.000 1,86 148-160
Así se deduce del estudio “Promesas y peligros de la liberalización del comercio agrícola, lecciones desde América”, elaborado por Mamerto Pérez, Sergio Schlesinger y Timothy A. Wise y presentado el 17 de junio de este año, y del criterio de asociaciones productoras y exportadoras del sector.
En el capítulo “Las promesas: el boom de la soya sudamericana”, los autores señalan que entre 1985 y 1992 se dio el mayor desarrollo de la soya en el país.
Bolivia es el octavo productor mundial y en la región ocupa el cuarto lugar, de acuerdo con los datos oficiales de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo).
Pero las cifras muestran que la producción se ha desacelerado en su crecimiento anual. Por ejemplo, en las campañas de verano entre 2003 y 2007 se obtuvo una producción promedio de 1,2 toneladas. El año pasado la oferta bajó a 836.700 toneladas, tras haberse cultivado 428.000 hectáreas.
En la campaña de verano 2008-2009 se alcanzó una producción de 1.243.953 toneladas en 691.085 hectáreas (ver apoyo). A pesar de que hay un alza del 49 por ciento, el rendimiento se redujo por hectárea, pues ahora se obtuvieron por hectárea 1,8 toneladas, mientras que en el verano anterior el rendimiento era de1,95 toneladas.
El asesor de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) Luis Baldomar explicó que, a pesar de la reducción observada, para este invierno se proyecta subir la superficie cultivada y, en consecuencia, el volumen de grano.
El presidente de la Anapo, Demetrio Pérez, explicó que esto será posible en virtud de que muchos productores abandonaron la siembra de maíz y retornaron a los cultivos de soya porque “hay mucha expectativa con los precios actuales de la soya”.
Según la CAO, el precio agroindustrial pagado en las plantas por tonelada de grano de soya fue de 350 dólares, a diferencia de la anterior campaña de invierno, cuando se cotizó hasta en 275 dólares, y de la de verano, con un máximo de 420 dólares.
La proyección en cultivos es de 300.000 hectáreas y se aguarda un rendimiento de al menos dos toneladas por hectárea, que darán un total de 600.000 toneladas. El año pasado, en invierno se sembraron 195.000 hectáreas y se recogieron 409.000 toneladas.
En Sudamérica, los mayores productores son Brasil, el segundo en el mundo con 59 millones de toneladas; detrás se encuentra Argentina, con 50,5 millones de toneladas, y en sexto lugar está Paraguay, con 6,5 millones de toneladas cosechadas en 2008. Bolivia produce 1,65 millones de toneladas.
De acuerdo con el estudio, el periodo de auge tuvo algunas particularidades respecto de los otros países, situación que no cambió, según los productores y exportadores.
Por ejemplo, el documento señala que la producción nacional se exporta en su mayor parte a los países miembros de la Comunidad Andina (CAN), es decir, Perú y Colombia y en este tiempo también Venezuela. El 75 por ciento de la producción se destinaba a estos países.
Este acuerdo le daba la ventaja de tener un producto 20 por ciento más barato que el resto por el arancel impositivo que no pagaba. Entonces, “si la protección de la CAN es reducida o cancelada, Bolivia perdería prácticamente su único mercado para la soya”. Ante la firma de los TLC de Perú y Colombia con Estados Unidos, este peligro se hace latente.
Para el presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Ramiro Monje, el mercado colombiano corre mayor peligro que el peruano, porque en relación con este último rigen acuerdos bilaterales que le permiten al país mantener ventajas aduaneras que preservarán sus ventas.
Con Colombia, a pesar de que no se tiene mucho comercio, se pierde competitividad, pues los precios de transporte y logística de exportación son muy caros.
Según el analista Julio Alvarado, con Perú el peligro está en el largo plazo, porque incluyó en su Tratado de Libre Comercio un lapso de diez años antes de abrir sus puertas a las oleaginosas del norte. Contrariamente, Colombia no incluye este término. Con este panorama, el país deberá competir con Estados Unidos, el primer productor mundial de soya (datos que recoge la Anapo muestran que en 2008 cosechó 79,49 millones de toneladas).
Pérez dijo que el 80 por ciento de la producción nacional se exporta y el 20 por ciento se destina al mercado interno.
Aparte del grano, también se comercia con torta de soya, aceite y harina, que se vendía primero a Venezuela, luego a Colombia, Perú y otros países. En 2007 se vendió en oleaginosas (soya, girasol y sus derivados) 1,5 millones de toneladas y en 2008 la cifra llegó a 1,2 millones, es decir, 15,7 por ciento menos. Sin embargo, gracias a los altos precios internacionales, en valor hubo un crecimiento del 34,4 por ciento que significó 657 millones de dólares. Esta caída en volumen se debe en parte a que el Poder Ejecutivo, mediante un decreto supremo promulgado el 19 de marzo de 2008, prohibió las exportaciones de aceite de soya bajo el criterio de protección de la alimentación interna.
Después de un mes, el 18 de abril, con el Decreto 29524 autorizó la venta al exterior, previa verificación de suficiencia de abastecimiento en el mercado interno a precio justo. Aun así, la Cadex denunció demora y que no se puede exportar normalmente. Sin embargo, la soya y sus derivados no serían aún competitivos frente a la producción de los dos grandes de la región, Brasil y Argentina.
Así lo reconoce Pérez, para quien se necesita mejorar la tecnología y hacer investigación que permita contar con mejores y nuevas semillas, pero admite que se debe trabajar en la calidad.
La otra posibilidad es el mercado interno, que consume la quinta parte de lo que se produce.
En criterio de Pérez, por eso se propuso al Gobierno el uso del grano en el desayuno escolar y la alimentación de las Fuerzas Armadas, en virtud de su alto valor nutritivo y bajo costo.
Productores necesitan rutas en mejor estado
Para las dos organizaciones más importantes de productores de granos, las rutas del norte del departamento de Santa Cruz no ofrecen las condiciones suficientes para sacar las cosechas de soya, maíz, trigo, sorgo y arroz.
El presidente la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Demetrio Pérez, aseguró que el estado de las carreteras es un problema en la zona que aumenta los costos de la producción y se convierte en un factor más para restarle competitividad al rubro agricultor cruceño.
El asesor de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) Luis Baldomar coincidió en ese criterio.
En una visita al municipio de San Pedro, en el norte cruceño, en abril, cuando aún no iniciaba la cosecha, La Prensa verificó que las carreteras vecinales próximas a Montero son de tierra. Los productores del lugar explicaron que, como es una arenilla muy inestable, cuando llueve el lugar se vuelve intransitable, a tal punto que muchas veces los camiones quedan atascados y no se los puede sacar hasta que el suelo seque un poco.
Por el contrario, cuando falta agua, la tierra se reseca y con el suelo inestable tampoco se puede sacar mucha carga en un camión.
Según la memoria anual 2008 de la Anapo, en enero del año pasado se volvió a formar el Comité Impulsor de Caminos Chané-Colonia Piraí a solicitud de los comunarios y agricultores de la zona norte cruceña, la región de cultivo de granos.
Esta organización y la Anapo consiguieron de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) un financiamiento de 900.000 bolivianos para trabajos de emergencia en el tramo Aguaí-San Pedro, a cargo del Servicio Departamental de Caminos (Sepcam).
La segunda vía fue San Pedro-Colonia Piraí, a cargo de la empresa Sudamericana y que en la actualidad es asfaltado con un presupuesto de 900.000 bolivianos.
Otras vías que requieren constante mantenimiento son San Pedro-Nueva Toledo, Aguaí-Limoncito, Chané-Puerto Frerking y Colonia Piraí-Peta Grande.
Otras obras de infraestructura también se desarrollan en relación con el Río Grande, el más caudaloso del norte de Santa Cruz.
El agro y Gobierno se acercan
Después de tres reuniones celebradas en tres meses, el Gobierno y los productores de oleaginosas (soya, sorgo, maíz, trigo) dicen que hay resultados positivos que permitirán mejorar las condiciones productivas del sector. El Órgano Ejecutivo terminará para el martes el levantamiento de producción de soya de verano en los silos de Santa Cruz para establecer las cantidades de exportación.
El asesor de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) Luis Baldomar explicó que se abrieron cuatro mesas de diálogo en las que se tratan principalmente el saneamiento de tierras, los mercados de exportación y el acceso a los créditos.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Demetrio Pérez, señaló que el primer acuerdo, logrado el miércoles en Cochabamba, consiste en avanzar más rápidamente en el saneamiento de tierras en el norte de Santa Cruz.
Según El Deber, aún faltan tres polígonos, el 100, 101 y 102, en la provincia Obispo Santistevan, que aún se trabajan en la titulación que beneficiará a más de 900 pequeños productores.
Entre el 16 y 17 de junio recientes, el Ejecutivo se reunió con la Anapo, la Confederación de Agricultores y Ganaderos (Confeagro) y el sector forestal en la ciudad de Cochabamba. El 1 de junio, cuando se encontró en Santa Cruz con los mismos gremios, emitió una resolución biministerial y un decreto supremo que reducen el trámite para las exportaciones a nueve días.
Otro de los alcances logrados en el primer encuentro, en La Paz en mayo, fue el compromiso del Gobierno sobre el abastecimiento de diésel para la época de cosecha, ya concluida.
Baldomar señaló también que ahora se trabaja en las líneas de crédito para llegar a cuerdos con el Estado y la banca sobre mejores condiciones para acceder al dinero disponible.
Más datos del estudio
El boom del complejo soyero nacional ocurrió entre los años 1985 y 1992.
La base de su desarrollo es la gran propiedad, aunque la mayoría son pequeños productores.
Esta gran producción se concentra en extranjeros, particularmente brasileños.
Otra parte se concentra en los menonitas y los japoneses asentados en el oriente del país.
Producción de soya
La Anapo agrupa a 14.000 productores de grano, de los que el 80 por ciento son pequeños.
El cultivo de soya es el más importante para Santa Cruz como generador de empleos.
Los cultivos fueron dañados en dos años continuos por el desborde de los cauces de ríos.
Evolución del cultivo en verano
Año Superficie Producción Rendimiento Precio
(hectáreas) t métricas tm/ha $us/tm
99/00 491.500 995.500 2,03 145-165 00/01 490.500 868.000 1,77 135-145
01/02 484.000 900.000 1,86 148-160
02/03 521.000 1.272.200 2.43 160-170
03/04 602.000 1.135.500 1,89 230-240
04/05 670.500 1.268.000 1,89 150-160
05/06 660.000 1.150.750 1,74 180-190
06/07 712.200 1.345.000 1,89 190-220
07/08 428.000 836.700 1,95 380-420
08/09 700.700
Evolución del cultivo en invierno
Año Superficie Producción Rendimiento Precio
(hectáreas) t métricas tm/ha $us/tm
2000 116.400 271.650 2,33 130-145
2001 145.000 333.500 2,30 135-145
2002 155.200 301.500 1.94 160-170
2003 194.100 427.750 2,23 160-170
2004 260.600 492.000 1,89 145-155
2005 280.000 439.600 1,57 150-160
2006 268.200 481.330 1,79 200-220
2007 270.700 288.635 1,62 280-320
2008 195.950 409.395 2,09 215-275
2009 Se proyectan 300.000 hectáreas de siembra
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