Un suelo se satura con agua teóricamente durante una fuerte lluvia o un riego intenso. En la práctica, el suelo no se satura completamente en condiciones de campo tomando en cuenta la presencia de aire atrapado. El agua contenida en este punto de saturación del suelo se denomina agua de saturación. Esta cantidad de agua, retenida a 0 bares, es fácilmente drenado del suelo. El punto de saturación del suelo con respecto al agua es la máxima capacidad de retención.
Agua gravitacional
Este es el agua resultante de una lluvia intensa o riego que no puede ser retenido por el suelo contra las fuerzas de gravedad. Esta agua se denomina también agua libre, de drenaje o de exceso. El agua gravitacional ocupa mayormente los macroporos del suelo por lo que es drenado fácilmente. Sin embargo en suelos con mayor proporción de microporos, el drenaje del agua libre es muy lento y origina un drenaje pobre que puede constituir un problema para los suelos agrícolas. Los horizontes debajo de la capa superficial son los que más influyen en el drenaje lento debido al fenómeno de iluviación. Muchas veces, el drenaje del agua gravitacional ocurre a través de los poros o canales formados por la actividad de los macroorganismos del suelo y las raíces de las plantas, aunque estos conductos estén mayormente confinados en los horizontes superiores del suelo. El fenómeno de contracción, propio de los suelos con abundante arcilla, contribuye tambien al drenaje del agua gravitacional a través de las grietas formadas.
El agua gravitacional esta retenido en un potencial superior a -0.333 bares y es muy poco aprovechable para los cultivos, excepto para el arroz que tiende a crecer en suelos anegados.
Agua disponible:
El agua disponible para las plantas es aquella cantidad de agua que se encuentra entre la capacidad de campo y el punto de marchitez permanente, retenida entre un rango de potencial que varía entre – 0.333 y – 15 bares, y en muchos casos prácticos este rango varía entre – 0.1 y –15 bares. El agua más fácilmente disponible para las plantas está retenido en un rango de potencial entre –0.1 y –0.31 bares. El crecimiento más óptimo de las plantas se manifiesta cuando la humedad del suelo es mantenida cerca de la capacidad de campo con un potencial de retención mayor a –1 bar. El agua retenida a un potencial de – 15 bares no es disponible para la mayoría de las plantas. Por tanto, existe una relación estrecha entre retención de la humedad y su utilidad para las plantas.
Agua gravitacional
Este es el agua resultante de una lluvia intensa o riego que no puede ser retenido por el suelo contra las fuerzas de gravedad. Esta agua se denomina también agua libre, de drenaje o de exceso. El agua gravitacional ocupa mayormente los macroporos del suelo por lo que es drenado fácilmente. Sin embargo en suelos con mayor proporción de microporos, el drenaje del agua libre es muy lento y origina un drenaje pobre que puede constituir un problema para los suelos agrícolas. Los horizontes debajo de la capa superficial son los que más influyen en el drenaje lento debido al fenómeno de iluviación. Muchas veces, el drenaje del agua gravitacional ocurre a través de los poros o canales formados por la actividad de los macroorganismos del suelo y las raíces de las plantas, aunque estos conductos estén mayormente confinados en los horizontes superiores del suelo. El fenómeno de contracción, propio de los suelos con abundante arcilla, contribuye tambien al drenaje del agua gravitacional a través de las grietas formadas.
El agua gravitacional esta retenido en un potencial superior a -0.333 bares y es muy poco aprovechable para los cultivos, excepto para el arroz que tiende a crecer en suelos anegados.
Agua disponible:
El agua disponible para las plantas es aquella cantidad de agua que se encuentra entre la capacidad de campo y el punto de marchitez permanente, retenida entre un rango de potencial que varía entre – 0.333 y – 15 bares, y en muchos casos prácticos este rango varía entre – 0.1 y –15 bares. El agua más fácilmente disponible para las plantas está retenido en un rango de potencial entre –0.1 y –0.31 bares. El crecimiento más óptimo de las plantas se manifiesta cuando la humedad del suelo es mantenida cerca de la capacidad de campo con un potencial de retención mayor a –1 bar. El agua retenida a un potencial de – 15 bares no es disponible para la mayoría de las plantas. Por tanto, existe una relación estrecha entre retención de la humedad y su utilidad para las plantas.
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