jueves, 21 de junio de 2018

Médicos argentinos atribuyen malformaciones a agrotóxicos

Expertos argentinos aseguraron que el modelo productivo basado en la utilización de agroquímicos y transgénicos en los alimentos provoca graves problemas de salud, como cáncer, malformaciones genéticas y abortos espontáneos, entre otros.

Gabriel Keppl y Gastón Palacios, médicos del Instituto de Investigación de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, a través de estudios, lograron determinar el impacto de los agroquímicos en las poblaciones de zonas de producción de soya en su país que son fumigidas con dichos pesticidas.

Ambos profesionales visitaron la semana pasada la capital cruceña a invitación de Productividad Biosfera Medio Ambiente, Probioma, una institución privada de desarrollo social con sede en dicha ciudad.

En Bolivia no se tiene un registro oficial de enfermedades vinculadas a la utilización de agrotóxicos, sin embargo extraoficialmente se sabe que en las zonas fumigadas se están registrando con mayor frecuencia problemas de salud.

Al respecto, el expresidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, José Luis Landívar, comprometió hace un par de años recurrir a la cooperación internacional para establecer el impacto de herbicidas y plaguicidas en los cultivos de Santa Cruz.

IMPORTACIONES

En 2015, los productores de Santa Cruz destinaron más de $us 280 millones para la importación de agroquímicos, entre ellos plaguicidas, pesticidas, fertilizantes, insecticidas, fungicidas y sustancias afines.

En la gestión 2016 se importaron plaguicidas desde 31 países, siendo China, Argentina y Brasil los principales proveedores del país, los cuales acumularon el 68% del total importado. En ese año se importaron más de 71 millones de dólares en herbicidas, siendo estas los principales plaguicidas importados, le siguieron los insecticidas (62 millones) y por último, fungicidas (61 millones).

MÁS CIFRAS

Al primer mes del 2017, las importaciones de estos productos superaron los 21millones de dólares, el volumen ascendió a tres mil toneladas, dijo un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

En Bolivia, cifras oficiales del INE muestran que la importación de agroquímicos ha crecido indiscriminadamente en el país. El año 1999 se contaba por ejemplo con 25 millones de kilos y a junio de 2018 se registró 152 millones de kilos de agrotóxicos, fertilizantes sintéticos y pesticidas importados. Muchos de ellos prohibidos internacionalmente, como el Paraquat, nocivo para la salud.

TRANSGÉNICOS

En Argentina, durante las décadas de los años 90 a 2013, el maíz y la soya se convirtieron en productos 100% transgénicos y el uso de los agrotóxicos desde el año 1996 al 2013 creció en 1.800%, señalaron los médicos del vecino país.

Los galenos mostraron el perfil epidemiológico de poblaciones que viven expuestas a agroquímicos en diferentes zonas de Argentina. Los hallazgos se realizaron a partir de la instalación en 2010 de los Campamentos Sanitarios que permitieron identificar la causalidad del uso de agroquímicos, vinculados a los transgénicos, con ciertas enfermedades.

El gerente deI IBCE, Gary Rodríguez, aseguró que el glifosato pierde toda su toxicidad cuando entra en contacto con la tierra y el agua, por lo que resulta ser inocuo y no implicaría riesgos para los consumidores y el medioambiente. Similar criterio fue expuesto por la especialista en Agrobiología, Cecilia Gonzáles. (EL DIARIO y agencias)

DIAGNÓSTICO EN PROVINCIAS

De acuerdo con la información proporcionada por los médicos argentinos, Gabriel Keppl y Gastón Palacios de la Universidad de Rosario, al momento, 164 mil habitantes de cuatro provincias argentinas –Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe– participaron del diagnóstico que realizan médicos de los Campamentos Sanitarios.

Ambos profesionales constataron que enfermedades como el cáncer, alergias, gastroenteritis, malformaciones en recién nacidos, enfermedades degenerativas a nivel neuronal, abortos espontáneos, problemas dérmicos, respiratorios, digestivos y otros, eran más recurrentes en las zonas de fumigación con agrotóxicos y de producción de alimentos transgénicos.

Un caso que recientemente conmocionó a Argentina fue la muerte de 72 millones de abejas, ocurrida este año en Córdova, producto de la fumigación con agroquímicos, sin embargo ni ese evento logró que las autoridades replanteen el modelo productivo.

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