El director del Instituto del Seguro Agrario (INSA), Erik Murillo, informó ayer que desde que entró en vigencia el seguro, en la campaña 2012-2013, se registró el 9 %; luego, 11%; después 2,5% y en esta gestión, 12% (ver infografía).
"Es evidente que El Niño que hemos tenido este año tuvo un nivel sólo comparable con otros dos de ellos en los últimos 65 años; en otras palabras, estamos hablando de los tres Niños más fuertes de los últimos 65 años. El efecto de este año se compara con los de los años 83 y 98”, explicó a Página Siete.
Precisó que el 90% de los efectos climáticos registrados durante este año corresponde a la sequía y el resto al granizo, la helada e inundaciones.
Esos efectos bajaron la producción de maíz en un 47%, de la papa en 31%, de la quinua en 10% y de otros alimentos como la cebada, haba, trigo, avena, frejol y alfalfa.
"El Gobierno tiene programas como Mi Riego, de genética y otros, que se aplican para contrarrestar las pérdidas; además, se conoce que nunca se presentan dos fenómenos El Niño seguidos de la magnitud alcanzada, por lo que se espera que al año el índice baje hasta un 5%”, dijo Murillo.
Agregó que para la campaña 2015-2016 se tiene un presupuesto aprobado de 30 millones de bolivianos, de los cuales ya se ejecutaron 29 millones y si falta se cuenta con tres millones de bolivianos para amortiguar esos efectos.
Pero en lo que va de 2013 a 2016, en cuatro años de ejecución del seguro, se destinó un total de 62 millones de bolivianos, monto que benefició a más de 75.000 familias de pequeños productores.
Lanzamiento del seguro
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, inauguró ayer la quinta campaña del Seguro Agrario 2016-2017, evento en el que dijo que el beneficio es para los pequeños productores y no así para aquellos sectores en los que la producción es a gran escala, como en los municipios de Santa Cruz.
Admitió, sin embargo, que en la región oriental es necesario crear un seguro comercial como para el ganadero, semillero y otros.
Para la campaña agrícola 2016-2017, el INSA espera llegar a una cobertura de 300 mil hectáreas de cultivos de papa, quinua, maíz, trigo, avena, cebada y alfalfa.
El INSA inició en 2013 el proceso de aseguramiento con 63 municipios; para el siguiente año, el registro de municipios se incrementó a 107; en 2015 se llegó a 141 y para 2016 fueron 142. Para 2016-2017, se planifica llegar a 61 nuevas regiones del país.
El seguro agrario tiene por objeto asegurar los cultivos de los principales alimentos de consumo de la canasta familiar.
Otorga a los productores una indemnización de 1.000 bolivianos por hectárea perdida, para la compra de alimentos básicos y semillas, con el fin de motivar una nueva siembra y frenar la migración del campo a la ciudad.
El acceso al seguro agrario es gratuito para los productores; el gobierno destina recursos del Tesoro General de la Nación y los municipios dan una contraparte para el pago.
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