Porcinocultores de Mato Grosso do Sul buscan la autorización de su Gobierno para importar soya boliviana, debido a la sequía que golpea al segundo productor mundial del grano. Demandan unas 300.000 t de soya boliviana para alimentar a sus animales.
Rolando Zabala, gerente de Anapo, sostuvo que hacen análisis de los granos a pedido de algunos asociados que negocian con importadores brasileños.
Sostuvo que el interés de otros mercados como Brasil, Argentina y Paraguay, también es importante para tener más espacio en los silos de acopio y que esperan solucionar la logística de exportación y superar sin problema el Análisis de Riesgo de Plagas.
Consultado sobre los precios, afirmó que la tonelada de soya para la industria nacional debería estar por los $us 500, considerando los precios internacionales, pero debido a que los silos están repletos, la industria no está comprando.
Demetrio Pérez, presidente de Anapo, afirmó que de las más de 2 millones de t que se calcula que hay en el país, unas 100.000 t están en manos de los productores y el resto en la industria.
La ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, dejó abierta la posibilidad de subir el cupo para exportación, pero previo análisis del mercado interno.
Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, destacó que esta situación se presenta justo cuando en Bolivia existe un gran excedente de grano por la sobreproducción.
Mientras la Cámara de Exportadores de Santa Cruz sugirió elaborar los protocolos sanitarios entre los países no solo para soya, sino también para otros productos.
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