Para cumplir con este cometido, la biotecnología se constituye en una herramienta vital, que puede ayudar a resolver el problema de la crisis alimentaria, mejorando el rendimiento de los cultivos, combatir plagas y enfrentar de mejor forma los impactos del cambio climático, señala el documento, a tiempo de enfatizar que Bolivia utiliza solamente 3 millones de hectáreas de las 15 millones aptas para la producción agropecuaria, que posee.
Asimismo, destaca las grandes expectativas que existen acerca del rol de Latinoamérica en la producción de alimentos para cubrir la creciente demanda, lo que, por supuesto, da a Bolivia la posibilidad de ‘subirse al tren’ de la producción del continente. Esta decisión traerá consigo mayor producción, programas antipobreza, empleos y, en definitiva, seguridad alimentaria. Ello solo será posible si se toman buenas decisiones en materia de integración y no confiarse en la renta que el gas natural puede darnos como país.
En ese sentido es necesario, de acuerdo con Menacho, negociar la mayor cantidad de acuerdos bilaterales, es decir asumir derechos y obligaciones en beneficio del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario