jueves, 2 de marzo de 2017

Ninfas de langostas le quitan el sueño al agro de Cabezas



El combate, que empezó a fines de enero contra las langostas voladoras que hicieron estragos en los cultivos de maíz en el municipio de Cabezas (Cordillera) -situado a 121 km de la urbe cruceña-, ahora concentra esfuerzos para la eliminación de las ninfas de langostas que nacieron de los millones de huevos enterrados en medio de las áreas atacadas.


Controladas las tucuras adultas, ahora las ninfas les quitan el sueño a los agricultores de Cabezas, que tienen tristes recuerdos de los momentos dramáticos que pasaron cuando se produjo la invasión de los bichos.


En un recorrido por las comunidades de Cotoca y Yateirenda se observó que las ninfas cubrían como un manto negro gran parte de una ruta de tierra y se introducían en el monte. “A esas no las podemos matar porque se meten al monte, y nosotros ahora nos dedicamos a vigilar y fumigar nuestros chacos”, expresó José Butrón, camino a su sembradío de maíz.


El capitán de Cotoca, Edwin Orías, exhortó a los comunitarios a mantenerse atentos en la detección de sitios con huevos de langostas, para fumigarlos y acabar con las ninfas. Contó que recibieron una pequeña dotación de químicos en Cabezas, y que con eso ejecutan el trabajo de control.


El jefe distrital del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Miguel Barrientos, informó de que los argentinos que ayudaron en la mitigación del impacto de las langostas, se replegaron y volverán el próximo mes. Un experto de la FAO llegó ayer para brindar asesoramiento.


Mientras tanto, cuatro brigadas del Senasag se concentraron en Boyuibe, Charagua, Cabezas y El Torno.
“Se les está proporcionando a los pequeños productores orientación y apoyo con agroquímico para que fumiguen sus chacos. La vigilancia y el aviso son vitales para acabar con las ninfas”, expresó Barrientos

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