jueves, 21 de julio de 2016

La sequía pone en riesgo cultivos de durazno en Arbieto

Arbieto corre el riesgo de perder hasta el 60 por ciento de su producción de durazno, producto estrella del municipio, debido a la intensa sequía que azota al valle alto cochabambino, informó el alcalde Renol Almendras.

“Está en riesgo porque los productores solo tienen agua para una regada y necesitan mínimo siete antes de que empiece la época de lluvia. Sino no llueve hasta septiembre vamos a terner grandes problemas en la producción de durazno”, señaló Almendras.

En Arbieto hay más de 60 hectáreas de durazno y 40 de ellas dependen de la represa de Laka Laka ubicada al oeste del municipio, pero este embalse solo captó el 25 por ciento de su capacidad, lo que repercutirá negativamente en la producción de esta fruta.

Solo el 40 por ciento de las 50 familias que se dedican a este rubro tiene un pozo privado o en asociación, el resto depende de Laka Laka.

“Normalmente cada año llueve en octubre, pero este año recién en enero empezó la lluvia y han depositado muy poca agua (en la presa). Muy pocos tenemos pozos y para el durazno necesitamos regar por lo menos cada diez días desde agosto”, señaló Alfredo Escobar, productor de durazno.

Si la lluvia no cae en septiembre los duraznos no florecerán a tiempo y se secarán.

“Si esto sigue así, perderíamos la producción y hasta podemos perder las plantas por la sequía”, lamentó.

A parte del durazno, en Arbieto también se perdió plantaciones de maíz, haba, papa, cebolla y Zanahoria.

1.296 familias y 500 hectáreas de cultivos (de las tres mil que el municipio tiene) están afectadas por la sequía, informó el director de Desarrollo Productivo Juan Carlos Mercado.

San Benito también sufre

San Benito, conocido como la capital del durazno también vio afectados sus cultivos de pero aun cuantifica la cantidad de hectáreas dañadas.

El alcalde del municipio, Albert Bretón dijo que la sequía ha afectado sobre todo los cultivos de maíz y otros granos y por ahora en menor medida al durazno.

Sin embargo, explicó que la falta de lluvia y el polvo hace que aparezca una “arañuela” que daña la planta de durazno y baje al calidad y la cantidad de la producción, aunque no precisó en cuánto.

Más de 300 familias se dedican a este rubro en este municipio.

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