Así lo explica José Luis Sanabria, presidente de Flores de Altura, una asociación dedicada a ese rubro. Según Sanabria, cada una de las empresas de la asociación exporta entre cuatro y 20 cajas por semana.
Las principales variedades son las rosas y claveles, pero en esta gestión, irrumpen nuevas, como la gipsófila, una planta que se utiliza para el relleno de los arreglos florales.
Según los datos de la Asamblea Legislativa Departamental, en Cochabamba existen productores tradicionales asentados en las localidades de Bella Vista, Marquina, Ironcollo y Molle Molle, en Quillacollo; varias poblaciones en Tiquipaya, y en el trópico, pero también destacan empresas exportadoras, como HHFlor, Floralex, Flobolsa, Flores del Sur y Flor de Empresa.
El clavel se constituye en una delas variedades más apetecidas por los clientes de los mercados extranjeros porque, según Sanabria, Bolivia es uno de los países que tiene los mejores estándares de calidad en comparación a países vecinos.
Variedades
Existen tres variedades de calidad de claveles: Select, Fanci y estándar. Lo que los diferencia es el tamaño del tallo que debe ser de 70, 60 y 50 centímetros respectivamente. “Deben sostener el cuerpo en línea cuando se los pone en diagonal al aire, si no se sigue cortando, y así se clasifica a la calidad que corresponde”, explica Sanabria.
Las rotas también tienen estándares de calidad que dependen del tamaño del tallo (desde 80 hasta 50 centímetros), al igual que los claveles. Otro requisito adicional es el equilibrio entre el tamaño del botón (sólo la flor) y la dimensión del tallo.
Por su parte, la presidenta del Concejo Municipal, Beatriz Zegarra, proyectista de un mercado para los floricultores de Cochabamba, explica que del total de producción destinada a la demanda nacional, el 50 por ciento se comercializa en La Paz, el 35 en Santa Cruz y el 15 por ciento en otros departamentos, lo que se convierte en uno de los primeros motivos para facilitar ambientes adecuados como un mercado destinado sólo a los productores.
Falta de apoyo
Según Sanabria, Bolivia “aún no está preparada para generar calidad en flores” porque falta desarrollar investigaciones para mejorar las variedades y combatir las plagas que atacan los cultivos.
Otro problema es la falta de incentivos por parte del Gobierno porque cultivar claveles de exportación implica invertir 240 mil bolivianos cada dos años para la compra de plantines de España, Kenia o Colombia.
Por otra parte también hacen falta insumos como los capuchones para el envío de flores y muchas veces se debe utilizar sólo los que son accesibles, lo que significa bajar la calidad de exportación.
Los precios de rosas varían según la estación. Entre septiembre y noviembre el paquete de 24 unidades se puede hallar hasta en 5 bolivianos, pero en invierno sube hasta 60.
Los claveles, en cambio, tienen precios más accesibles. En verano y primavera cuestan hasta 10 bolivianos, pero en invierno el paquete de 25 tallos cuesta hasta 20 bolivianos.
Los precios por caja para la exportación mantienen un costo constante a lo largo del año, lo que también se constituye en un problema para la exportación en épocas de invierno, pues los productores deben cumplir contratos.
Datos
La floricultura boliviana es una actividad que genera empleos directos e indirectos.
Según datos de la Asamblea Legislativa, sólo en los valles de Cochabamba más de 8 mil personas dependen de esta actividad, mientras que a nivel nacional la cifra sube a 15 mil, cifra que incluye a los actores de la cadena, entre ellos, productores, proveedores de servicios, comerciantes mayoristas y minoristas.
La producción de las flores se encuentra concentrada en el valle bajo y alto, además del trópico de Cochabamba.
Las variedades que se producen son las rosas, los claveles,los crisantemos y los gladiolos. En el trópico, se cultivan flores exóticas, como la antorcha, ginger, heliconias, maracas, papiros y helechos, entre otros.
AÚN FALTA LA ELABORACIÓN DE UN PROYECTO A DISEÑO FINAL
Proyectan mercado y sueñan con una fábrica de perfumes
La presidenta del Concejo Municipal de Cochabamba, Beatriz Zegarra, informa que la implementación del proyecto de un mercado para los productores de flores ya está en curso y que actualmente se trabaja en la elaboración del proyecto a diseño final.
Ante las exigencias emitidas por la Federación de Floricultores de Cochabamba (Fedeflor), la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Departamental Nº 537 de Apoyo a la Comercialización e Industrialización de la Floricultura que instruye en su segundo artículo la construcción de un mercado.
Por su parte, el asambleísta departamental Marco Carrillo explica que la iniciativa del mercado responde a las dificultades que tienen varios floricultores que cubren la demanda tanto del exterior como del resto del país.
Zegarra añade que actualmente las floriculturas mantienen reuniones con el departamento de planificación para determinar cuáles deben ser las características que se considerarán para la construcción de dicha obra.
Hasta la fecha, existe una gran posibilidad de que el mercado sea construido cerca de El Martadero. Sin embargo, según Zegarra, aún se debe verificar si esos predios corresponden a áreas verdes o si se puede proceder sin riesgos legales en los terrenos.
El mercado tendrá una capacidad de más de 100 puestos, cada uno de los cuales contará con lavanderías y conexiones de agua, además de que se tomará en cuenta la cámara de refrigeración que se necesita para flores delicadas.
Fábrica de perfumes
Como parte de la Ley Departamental Nº 537, también está la implementación de una fábrica de perfumes que permita la industrialización de las flores, pero hasta la fecha aún no se trabaja en la elaboración de un proyecto.
La ley departamental surge como un complemento a la ley nacional que declara a Cochabamba como la capital de las flores, además de inscribir recursos económicos en los planes operativos de las instancias ejecutivas.
Flores exóticas
En el trópico de Cochabamba se producen al menos 14 variedades de flores exóticas.
En los últimos nueve años, se incrementó la producción de 4 a 82 hectáreas mejorando los ingresos de varias familias, según los datos de la Asamblea Legislativa.
Los pequeños floricultores producen alrededor de 25 mil docenas al año, utilizando material vegetal.
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