lunes, 7 de abril de 2014

Productores apuntan a la declaratoria del Año Internacional de la Almendra


La Cámara de Exportadores del Noroeste, que está saliendo de la crisis que les causó las inundaciones, considera que el Gobierno debe impulsar la iniciativa.

Según el Gobierno, al año se genera entre 70 y 120 millones de dólares en exportación del producto.

Por concepto de impuestos aporta más de 30 millones de dólares al año.

Bolivia es el primer exportador de almendra o castaña en el mundo. Entre el 70 y 75 por ciento de la almendra que se consume en Europa, Estados Unidos, Asia y el Medio Oriente proviene de la amazonia boliviana (el restante 25 por ciento de la producción mundial corresponde a Brasil y Colombia).

Las provincias productoras de castaña, como la de Vaca Diez de Beni e Iturralde del departamento de La Paz, además de municipios de Pando, generan entre 70 y 120 millones de dólares al año y 30 millones de dólares en impuestos al Estado.

De hecho, la economía de la región gira en torno a la explotación y semiindustrialización de este producto silvestre que recolectan 15.000 familias de zafreros, es decir unas 45.000 personas que durante tres meses al año viven de la cosecha de la castaña.

Con esos argumentos, el medio centenar de empresarios castañeros afiliados a la Cámara de Exportadores del Noreste (Cadexnor) —una vez que ha pasado la emergencia por las inundaciones en el Beni, que mantuvieron bloqueada la extracción del producto hasta los puertos del Pacífico— se preguntan, ¿por qué no declarar un Año Internacional de la Almendra?

El gerente general de la Cadexnor, David Ernesto Baeny Flores, recuerda que en 2013, por iniciativa de Bolivia, las Naciones Unidas declaró Año Internacional de la Quinua para promocionar el consumo de este cereal en el mundo. Ese hecho promovió e incentivó una producción a gran escala en el altiplano boliviano.

El presidente Evo Morales Ayma destacó que el cultivo intensivo de la quinua en el país se ha incrementado en al menos unas 160.000 hectáreas.

PRESIDENTE

La iniciativa de los castañeros ha sido planteada al Primer Mandatario durante las visitas que ha realizado a la zona para inspeccionar los daños provocados por el desborde de los ríos amazónicos y a entregar toneladas de alimentos a las familias golpeadas y damnificadas que tuvieron que abandonar sus casas y cultivos.

“Necesitamos una “marca país” para la almendra en el mundo, facilidades e incentivos para reducir los costos de producción: agua, energía, créditos, idealmente un parque industrial, y sobre todo, un mercado seguro”, sugiere el responsable de la Cámara de Exportadores del Noreste.

El presidente Morales ha reiterado en las reuniones sostenidas con los empresarios de la región los ejes de su política de fomento a la producción: diversificación y valor agregado, a fin de que Bolivia no siga exportando sólo materia prima.

INDUSTRIALIZACIÓN

Los castañeros de la Amazonia están convencidos de que la industrialización de la almendra puede generar aceite refinado comestible y para cosméticos. Asimismo confitados con chocolate, considerando que el cacao es otro de los productos típicos de la zona, para lo cual se requiere maquinaria especial para el procesamiento del producto.


Las provincias Vaca Diez de Beni y Abel Iturralde de La Paz y otros municipios de Pando son los mayores productores de castaña en el país.

Según la Cámara de Exportadores del Noreste (Cadexnor), en la recolección y pelado de la castaña se emplean 15.000 familias, que representa unas 45 mil personas durante tres meses al año.

La producción de la castaña es uno de los sectores económicos estratégicos del Beni.

La Cadexnor aglutina a casi un centenar de empresarios dedicados a la castaña.


Alternativas para enfrentar inundaciones

El auxilio del Gobierno nacional a los productores de castaña en sacar 450 toneladas de castaña hasta Guayaramerín por tierra y desde ahí vía fluvial plantea la necesidad de buscar otras alternativas para enfrentar las contingencias de las inundaciones.

Esa ayuda ahorró a los castañeros al menos un 50 por ciento del costo del transporte, apuntó el representante del sector, David Ernesto Baeny Flores.

Ante este panorama, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, que monitoreó la ayuda en las zonas inundadas del Beni, considera que una de las alternativas para enfrentar el impedimento de transportar la castaña en época de lluvias es la dotación de barcazas especiales.

Es decir, una flotilla que pueda transportar el producto hasta Puerto Villarroel; la otra salida es la ruta por Rurrenabaque, que apura el Gobierno nacional.

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