domingo, 29 de diciembre de 2013

Guillermo Federico Olmedo: “La rotación de cultivos es clave para los suelos”



Sentado en una silla del salón auditorio Santa Cruz del Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT), donde impartió el taller Mapeo digital de suelos, a invitación de la institución cruceña, el investigador del INTA, Guillermo Olmedo subrayó que una de las debilidades del hombre de campo de la región es la poca práctica de conservación de suelos.

¿Qué escenario ve en el tratamiento de suelos productivos de América Latina?
Entre las décadas de los 70 y 90 se generó mucha información y se estudiaron mucho los suelos en todo el mundo, y eso ha ido disminuyendo en algunos países de América Latina. Lo que estamos trabajando junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a partir de la Alianza Mundial por el Suelo, es volver a impulsar este tema para generar información y buscar nuevas herramientas para tener un mejor conocimiento de los recursos naturales.

¿Y como se relaciona con la producción de alimentos?
He visto que en muchos países, creo que en Bolivia también es así, se le está dando mucha más importancia al conocimiento de suelos. Los productores tienen más interés en analizar y tomar muestras de los suelos. Eso permite mejorar la producción.

¿Cómo ven el impacto del cambio climático?
Los diferentes escenarios de cambio climático plantean todo un desafío a la hora de pensar que muchos cultivos no se podrán producir en las regiones en donde se producen actualmente. Es muy importante conocer los suelos para saber cuáles van a ser las alternativas.

¿Qué rol tiene la rotación de cultivos en la riqueza de los suelos productivos?
La rotación de cultivos es una práctica clave para la preservación de las condiciones de los suelos. Que se olviden de la rotación, es olvidarse de las prácticas de conservación de suelo. Nosotros en Argentina, mucho de la degradación de suelo que hemos tenido, tiene que ver con la falta de rotación de suelos.

¿Y qué pasa en los países donde por privilegiar un cultivo se olvidan de la rotación como es el caso de Argentina?
Sí, es cierto. Nosotros estamos a favor de la práctica de conservación de suelos a partir de la rotación de cultivos. El INTA trabaja tratando de que los productores tengan prácticas más conservativas del suelo, pero bueno, a veces es un campo difícil con los mercados y con los precios. Pero si seguimos en un escenario donde cada día hay más degradación, no podremos sembrar ni soya ni nada.

¿Qué análisis tienen de la riqueza del suelo argentino?
Es variable. Hay regiones en Argentina donde ha habido mucha degradación, otras regiones donde algunos cultivos han avanzado y muchas pérdidas de suelo por erosión y además, tenemos otras regiones donde la frontera agrícola avanza sobre el monte natural. Estamos tratando de evaluar cómo han sido los procesos de degradación y de conocer sobre qué regiones que actualmente no son agrícolas tienen potencialidad para hacerlo y en qué regiones son más vulnerables los suelos.

¿Cuáles han sido las debilidades que han detectado en el hombre de campo?
Una debilidad es que está muy relacionado al manejo de suelos con rotaciones y muchas veces hay productores con poca práctica de conservación de suelos.

¿Hay algún escenario de desequilibrio en la riqueza de los suelos en la región o podemos dormir tranquilos?
No, no. Claramente, al menos en Argentina, hay muchas zonas donde se están produciendo procesos de degradación, de desalineación o grandes procesos de erosión. Estamos estudiando esas zonas para tratar de ver cómo trabajamos con los productores y con el Gobierno para implementar prácticas que traten de limitar esos procesos.

¿Hay algún proyecto que el INTA junto con la FAO trabaja para expandir a la región?
Hemos tenido dos proyectos en el marco de la Alianza Global por el Suelo. Uno que apunta a generar un sistema donde se pueda almacenar, trabajar y discutir información de suelos que es a escala Latinoamérica y otro que apunta a generar capacidades en los diferentes países para que puedan generar mapas de información de suelos.

¿Se puede considerar un riesgo para los países productores si se olvidan de la práctica de rotación de cultivos?
Podemos producir, soya, trigo y maíz, con prácticas de conservación. Pero, el escenario actual tiene muchos problemas y tenemos que trabajar para resolverlos. Creo que tampoco es dejar de producir soya directamente. Es importante que tengamos claro cómo son nuestros suelos y cómo afectan los cultivos y nuestras prácticas culturales a las características del suelo

Protagonista

Guillermo F. Olmedo
AGRÓNOMO
INVESTIGADOR DEL INTA
Dedicado a la investigación
Olmedo es ingeniero agrónomo. Actualmente tiene el cargo de coordinador del proyecto nacional del INTA de mapeo digital de suelos. Participa en el grupo de Latinoamérica que trabaja junto a la Alianza Global por el Suelo en coordinación con la FAO.
Está en el equipo de investigadores del INTA hace seis años.
“Nuestro aporte más concreto es tratar de que los productores conozcan sus suelos y nosotros a escala más macro también, saber en qué situaciones estamos”, afirma.

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