miércoles, 27 de abril de 2011

Marcela, una variedad de papa, llenará los platos

Producción: El tubérculo con una característica nueva demandó ocho años de investigación.

El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) presentó una nueva variedad de papa denominada Marcela, una mezcla de las conocidas huaycha y alfa, que tiene su origen en el departamento de Tarija y se reproduce dos veces al año.

Esta papa tiene similares características a cualquier otra, es de rápida cocción, de buen sabor y tamaño normal. Todas estas cualidades hacen muy atractivo su cultivo y consumo, afirmó el director nacional de Investigación del INIAF, Celso Ayala.

Mencionó que otra de sus cualidades es que tiene un potencial de rendimiento de hasta 40 toneladas por hectárea (en condiciones adecuadas), un periodo vegetativo corto de 150 días (por lo que se puede producir y cosechar dos veces al año) y amplio rango de adaptación a la altitud, desde los 600 a 3.300 metros sobre el nivel del mar.

Ayala explicó que la variedad Marcela reacciona de forma más consistente a factores adversos, es resistente al tizón tardío de la papa (Phytophthora infestans) y presenta mayor tolerancia a las heladas, factores que comúnmente ocasionan importantes pérdidas en las parcelas de cultivo y afectan la producción y la economía de los agricultores.

PROMOCIÓN. El INIAF realizó la presentación de esta nueva variedad de papa el pasado 20 de abril en la feria por el Día de la Madre Tierra, en la plaza Murillo de La Paz, luego de haberla cosechado hace una semana en la localidad de Iscayachi, departamento de Tarija.

El Director de Investigación del INIAF mencionó que la gente aceptó con gran satisfacción esta nueva variedad de papa después de degustarla.

Al público le satisfizo la papa por su buen sabor, pero lo que más les impactó es saber que en Bolivia se cuenta con más de 2.000 variedades de este tubérculo y que cada una de ellas tiene sus propias características tanto de color, tamaño y forma, expresó el científico.

PROMOCIÓN. Ayala explicó que el problema es la falta de difusión y promoción de las variedades de papa con que cuenta el país. Afirmó que esta nueva papa es producida en zonas templadas de Bolivia desde hace cinco años. Se cultivan cada año 180.000 hectáreas con una producción de 975.000 toneladas.

PRODUCTORES. El investigador aclaró que en Tarija cerca del 50 por ciento de la población agraria se dedica a la producción de esta nueva variedad de papa sobre una extensión de 10.000 mil hectáreas, con un volumen de 66.000 toneladas y un rendimiento promedio de 6,1 toneladas por hectárea.

Para continuar en la mejora de la semilla de la papa denominada Marcela, Ayala anticipó que se tiene previsto efectuar ensayos, pruebas y experimentos en los valles templados y húmedos del altiplano y en el departamento de Santa Cruz, considerando la época de siembra y cosecha en ambos casos.

NOMBRE DE ESPECIE. Marcela es el nombre adoptado para esta nueva variedad de papa por un investigador que trabajó en este proyecto durante más de ocho años, Ricardo Casso, quien se inspiró en su primogénita, según relató el ejecutivo.

La investigación se inició en la localidad de Iscayachi, Tarija, bajo la guía y supervisión de Casso, y con la participación de los agricultores, quienes, junto con personal del Programa de Investigación de la Papa del ex Instituto Boliviano de Tecnología Agropecuaria (ex IBTA), ejecutaron el trabajo ininterrumpidamente por ocho años.

La tarea de este profesional y su equipo de trabajo consistió en la selección del tubérculo y el cruce para la obtención de la nueva variedad con el fin de asegurar la provisión del producto y garantizar la seguridad alimentaria en Bolivia y la región, dijo Ayala.

INIAF apoya la producción

El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), entidad dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) que actúa bajo supervisión del Viceministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario (VDRA), realiza actividades de capacitación y transferencia tecnológica en producción de forrajes en el marco del Plan Nacional de Desarrollo, que contempla el apoyo al sector agropecuario y forestal del Estado para garantizar la seguridad y soberanía alimentarias a través del desarrollo de nueve programas.

El director del INIAF, Érick Murillo, manifestó que uno de los nueve programas de innovación que desarrolla esta institución es el sistema forraje-ganado. “La producción ganadera está basada principalmente en el recurso animal y el alimento, este último, en la mayoría de los casos, puede llegar casi al 50 por ciento de los costos de producción. El ganado no puede dejar de alimentarse, pero por lo general tenemos sistemas de producción en los cuales el ganado deprime su alimentación en invierno (por falta de comida), consecuentemente, sufre un deterioro de su estado corporal y disminución de sus niveles de producción. Estamos trabajando para dar acceso equitativo a tecnologías de conservación de forraje que permitan mantener a los animales en buen estado fisiológico y productivo todo el año”, puntualizó el funcionario.

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