lunes, 15 de febrero de 2010

Nuevas semillas son tolerantes al clima y resistentes a plagas


Sequía, heladas e inundaciones han hecho que miles de hectáreas de cultivos agrícolas en los últimos meses se pierdan provocando, en muchos casos, escasez de alimentos. Las imágenes han mostrado extremos: tierra seca agrietada y áreas anegadas.

En un intento de evitar que el impacto de los fenómenos climáticos siga afectando la economía de los agricultores y la seguridad alimentaria del país, el gubernamental Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) acaba de presentar los resultados de investigaciones de quinua, haba, maíz, amaranto, cebolla y zanahoria que permitieron el desarrollo, gracias a tecnología genética, de 21 variedades de semillas que son tolerantes al clima, resistentes a diversas enfermedades y con mayor rendimiento.

En el caso de la quinua, el Iniaf pone a disposición de los agricultores las variedades Blanca puñete, Blanca dedo, Pandela, Pisanck’all, Blanca Chojllo, Variedad Huallata y Variedad Toledo.

Todas ellas, destinadas para su cultivo en el sud del país (Oruro y Potosí), permiten rendimientos promedio de 700 kilogramos por hectárea (kg/ha) de grano grande, con una tolerancia media a factores adversos de clima como sequías y heladas.

Las variedades Hualtaco, Patillo blanco, Puca kellu – marlo blanco, Culli y Kellu – marlo rojo de maíz cuentan con ciclos de producción en promedio de 160 días después de la siembra lo que permite cosechar antes de la época de lluvias librándose del impacto climático, explica el Iniaf.


Otras variedades

El amaranto, especie altamente nutritiva y rica en hierro, proteína y minerales como calcio y magnesio, tiene una alta tolerancia a condiciones salinas de suelo, sequía, altas temperaturas, plagas y enfermedades.

Ahora las variedades Oscar blanco y Rosado Cristalino son resistentes a condiciones de sequía.
La variedad Globosa de cebolla, presentada por el Iniaf, cuenta con un ciclo de producción de seis meses, con rendimientos productivos entre 45 a 50 toneladas por hectárea (t/ha), adaptable a regiones de altiplano y valles del país. Actualmente está en etapa final de mejoramiento.

Finalmente, la variedad Altiplano de zanahoria tiene un ciclo de producción de cuatro meses, rendimiento productivo de 30 a 40 t/ha adaptable a regiones de altiplano y valles del país.

Habas que son “gigantes”

El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) desarrolló cinco nuevas variedades de haba: Samasa, Chilcani, Turiza, Usnayo-1, y Gigante de Copacabana.

Se trata de semillas para la el altiplano norte del país y los alrededores del lago Titicaca, con tolerancia a enfermedades específicas del haba (roya y mancha chocolate).

Sin embargo, la característica más destacable lo constituye el tamaño grande del grano (Gigante de Copacabana), lo que favorece un rendimiento promedio de 3,5 t/ha.

Las variedades para regiones del sud del país tienen un mediano grado de tolerancia a heladas, y con un alto número de vainas por planta y rendimientos favorables de 2,3 t/ha, indica el Iniaf.

El instituto explicó que los productores tendrán acceso a estas variedades por medio de servicios de asistencia técnica y capacitación de la entidad, cuyo trabajo será coordinado con las oficinas departamentales que trabajan a nivel local con el sector productivo.

VENTANA

“La importancia de la jerarquía de valores”

Hace unos días me sorprendió escuchar entre los colaboradores cuando en equipo nos pusimos a compartir el tema de la jerarquía de valores. Cada uno participaba ampliamente con sus opiniones que aportaban sobre el tema.


Lo sorprendente era ver que aunque hoy se escucha hablar de la carencia de valores y de cómo nuestra sociedad ha sufrido grandes transformaciones que están en oposición a la moral y buenas costumbres, cada uno de mis colaboradores tenía una firme convicción en el interior de lo importante que es educar con valores a las futuras generaciones.


Sin importar de qué valores estemos hablando, todos coincidimos que son éstos los que le dan rectitud a nuestras acciones, sin olvidar que como existe el bien también esta el mal y los anti valores también están presentes para cada valor. Por ejemplo para la salud esta la enfermedad como para tolerancia esta la intolerancia.


Los especialistas en este tema comentan que existe una jerarquía de valores y anti valores en siete áreas: económicos, vitales, intelectuales, estéticos, morales, psíquicos y religiosos; cada una con sus propias particularidades estando presentes en mayor o menor proporción en las personas.


La cultura y las costumbres de una determinada región geográfica que influyen en las condiciones de vida de las personas pueden ayudar a cultivar determinados valores. Los sistemas modernos de vida y el excesivo avance de la tecnología con la cultura “light” del mínimo esfuerzo forjan otro tipo de valores (ejemplo: apatía y pereza).


Pero qué podemos hacer para ayudar a que los valores sean rescatados y cultivados, parece que una de las primeras respuestas las tenemos en el viejo dicho de nuestros abuelitos que decían: “practica lo que predicas”. Es decir, con el ejemplo podemos dar un primer paso importante.


Todos los días se educan millones de niños en las escuelas debemos darles el ejemplo cumpliendo lo establecido desde los pequeños detalles. Creo que así tenemos esperanza de cultivar una buena jerarquía de valores.

Daniel E. Guzmán, Director de la Fundación de Investigación e Innovación

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