sábado, 19 de mayo de 2007

El biocombustible surge como opción para crear empleos


La producción de caña de azúcar para el etanol y la soya o el piñón para el biodiesel abren una oportunidad para generar al menos 146.900 empleos hasta el 2010. La seguridad alimentaria está garantizada, dicen los especialistas.

La producción agrícola es la materia prima para elaborar etanol y biodiesel, los biocombustibles que empiezan a mover al mundo y que se encaminan a complementar e, incluso, a reemplazar a los combustibles fósiles (gas, gasolina, diesel).
Siete de los nueve departamentos del país tienen todas las condiciones para ingresar a ese negocio y, lo más importante, el país tiene una oportunidad para generar miles de empleos sin afectar la seguridad alimentaria de sus habitantes, según concluyeron especialistas que participaron ayer en el foro organizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz (Cainco) en La Paz.
Sin habérselo propuesto, Bolivia ya produce soya de exportación que afuera se convierte en biocombustible, confirmó el gerente de Gravetal, Jorge Arias.
“Los 100 millones de dólares que exportamos, afuera se convierten en 200 millones de dólares”, dijo Arias. La mayoría de los presentes se expresó a favor de darle valor agregado a la producción agrícola en Bolivia, es decir, por producir biocombustibles.
El especialista Carlos Delius expuso en el foro sobre la conveniencia de producir etanol, que es un biocombustible sustitutivo de la gasolina y que resulta de la caña de azúcar y otros.
Y, el especialista Miguel Barba Moscoso expuso sobre el biodiesel, el biocombustible que reemplaza al diesel y que resulta de la soya y otros.
Si Bolivia ingresa al negocio de los biocombustibles con la perspectiva de cubrir el 1 por ciento del mercado internacional, el 2010 habrá generado al menos 146.900 nuevos empleos directos, 81.900 por la producción de etanol y 65.000 por la fabricación de biodiesel. Y eso, en el peor de los escenarios.
En el mejor de los escenarios, se espera para el 2020, 2.400 millones de dólares de inversión para producir etanol, con lo que se generarán cerca de 150 mil empleos, mientras que con la misma inversión en plantas petroquímicas, sólo se crearían 1.800 empleos directos, dice el especialista Delius.
El negocio podría beneficiar a los departamentos de La Paz (en el norte), Beni, Cochabamba, Tarija, Santa Cruz, Pando y Chuquisaca, porque en esas regiones se puede producir caña de azúcar para el etanol y palma africana y piñón para el biodiesel.
Actualmente, el grano de maíz se utiliza para la producción de etanol, pero la tendencia en el mundo es sustituirlo por la caña de azúcar, porque produce mucha más energía.
Lo propio ocurrirá con el biodiesel, porque la tendencia es cambiar la soya por cultivos no alimenticios como la palma africana y el piñón, que produce en terrenos áridos, como el Chaco.
Por eso, dijeron los especialistas, no se debe temer a la escasez de alimentos en el país.En el caso de la soya, actualmente sólo el 17 por ciento del total del aceite producido en Bolivia se destina al consumo, el resto sale a mercados externos para convertirse en biodiesel.
Además, para el biodiesel sólo se utiliza el aceite crudo y el resto, es decir torta de soya y otros, se emplearían en la alimentación de los humanos y los animales.
En cuanto a los suelos, según Delius, hasta el 2010 se utilizarían 130 mil hectáreas en la producción de caña y, según la FAO, en Bolivia hay un potencial para producir 6 millones de hectáreas de caña de azúcar.
En resumen, Bolivia tiene una ubicación privilegiada en el globo terráqueo, mano de obra y tierra para empezar a producir biocombustibles para exportar.
Biocombustibles
Etanol • Se produce a partir del maíz, la caña de azúcar y otros, pero la tendencia es reemplazar al maíz, porque su valor energético es bajo. Se utiliza para sustituir a la gasolina.
Biodiesel • Se fabrica en base a soya, pero sólo se utiliza el aceite crudo. También se puede recurrir a plantaciones no comestibles como la palma africana y el piñón.
Expositores
Carlos Delius • Ingeniero industrial. 25 años de experiencia en gerencia y ejecución de proyectos energéticos, construcción civil, mecánica y eléctrica. Asesor del Comité Pro Santa Cruz y de la CRE.
Miguel Barba • Ingeniero de producción. Asesor en desarrollo de proyectos. Master in Business Administration: U. Antonio de Nebrija.

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